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Integración en el IEO: ¿Una broma? ¿Una oportunidad?

Alberto González-Garcés EXDIRECTOR DEL CENTRO DEL IEO EN VIGO

SOMOS MAR

E. Parra

11 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El 1 de abril, día de los inocentes en casi toda Europa, entró en vigor un real decreto por el que se suprimen los organismos públicos de investigación Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), Instituto Geológico y Minero de España (IGME) e Instituto Español de Oceanografía (IEO) y, al mismo tiempo, se crean los centros nacionales INIA, IGME e IEO, con los mismos nombres y funciones, pero dentro de la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Explica el real decreto que, debido a que se trata de una norma puramente organizativa, su tramitación se encuentra exenta de consulta previa y de los trámites de audiencia e información públicas. Dicho en otras palabras: el CSIC absorbe al INIA, al IGME e al IEO de una manera absolutamente opaca, sin consultar a nadie, ni siquiera a los investigadores de los tres organismos ahora convertidos en centros nacionales dentro del CSIC.

No tengo experiencia ni información suficiente sobre el INIA ni el IGME, pero sí sobre el IEO donde trabajé más de 48 años. Por eso sé que, de hecho, ante la falta de información, un grupo notable de investigadores del IEO, el pasado 16 de febrero, pedía por escrito al director del IEO «información clara y participación del personal en el proceso de integración del IEO en el CSIC». Esa información no la tuvieron hasta la publicación en el BOE.

No prejuzgo si esta integración del IEO en el CSIC será buena o mala para el IEO, para el CSIC o para España. Pero creo que hay que intentar que, ya que se hizo a las bravas, se continúe el proceso de manera que se consiga el mayor beneficio para todos, especialmente para el país, incluyendo los intereses del Estado, del ecosistema marino y de los sectores interesados en el mar. El mismo real decreto da una magnífica oportunidad para que el proceso termine bien, pues dice: «El IEO se organizará conforme establezca el Consejo Rector del CSIC, integrándose por los institutos de investigación y las unidades técnicas de temática relacionada que determine, pudiendo asignarle también funciones de coordinación respecto de otros institutos de investigación afines a fin de proporcionar el mejor asesoramiento experto al Estado en materia pesquera y oceanográfica».

Sede en Galicia

También da una magnífica oportunidad para que la sede del centro nacional Instituto Español de Oceanografía (IEO), deje de estar en Madrid y se ubique en algún lugar de la costa, más cercana al mar, espacio natural de su investigación. Y dentro de los lugares de costa, el que parece más idóneo es Galicia, donde se encuentra la mayor potencia investigadora marina de España.

Por favor, ministro de Ciencia, secretario general de Investigación, miembros del Consejo Rector del CSIC, hagan amplias consultas sobre las necesidades de investigación marina en España y sobre las estructuras y medios, humanos y materiales, necesarios para crear un centro nacional de investigación oceanográfica potente, competitivo nacional e internacionalmente y capaz de dar satisfacción y bases científicas sólidas a los intereses del Estado, incluyendo los intereses medioambientales y de los sectores productivos del ámbito marino. Ahora cuentan con todo el potencial del IEO y de los tradicionales institutos y unidades técnicas de investigación marina del CSIC. Con ellos, fuerzas de investigación potentísimas, desarrollen, en el formato que les parezca más oportuno, hay diversas posibilidades, un centro nacional Instituto Español de Oceanografía (IEO) único y realmente potente como se merece un país con la tradición marina y de investigación en el mar como es España.

Y, en las consultas, por favor, no se olviden de los investigadores marinos, tienen mucha experiencia y saben de lo que hablan. No les digo que hagan exclusivamente lo que ellos les digan, pero si les pido que los escuchen. Seguro que les ayudarán a convertir este proceso en una gran oportunidad.