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Cámaras a bordo: voluntarias para todos, obligatorias para sospechosos e infractores

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

XOAN CARLOS GIL

La Eurocámara consagra la digitalización del control, que extiende a bajura y recreo

12 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Qué le parecería que instalasen una cámara en su despacho para vigilar su trabajo? La pregunta, lanzada el martes al comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, quedó sin respuesta en el debate sobre el reglamento de Control Pesquero, un foro en el que este insistió en la conveniencia de instalar circuitos cerrados de televisión en todos los buques pesqueros para verificar que realmente cumplen la obligación de desembarque. Que no tiran por la borda ni un solo kilo de especies sometidas a cuotas. Y aunque su equipo de la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca (DG-Mare) hizo campaña de forma anónima entre los eurodiputados para generalizar ese Gran Hermano entre la flota de más de 12 metros, la maniobra repulsiva y repugnante, en palabras del sector, no surtió efecto. Al menos no del todo. Las cámaras serán obligatorias para los barcos infractores -que acumulen dos o más sanciones graves- y para algunos sospechosos, un «porcentaje mínimo» de los identificados en «riesgo grave de incumplimiento», según el texto que ayer aprobó la Eurocámara por 401 votos a favor, 247 en contra y 47 abstenciones.

Para los demás, instalar circuitos cerrados de televisión sería voluntario. ¿Y quién querría estar sometido a tal vigilancia? Quien quiera obtener más cuota o perder puntos negativos del carné, dos de los incentivos que plantean los eurodiputados en su propuesta.

Estos son otros puntos que incluye el documento.

geolocalización

Para altura, bajura y recreo. La Eurocámara se mostró favorable a que todos los buques vayan equipados con un sistema de geolocalización. Y en el paquete se incluyen las embarcaciones de bajura, las dedicadas a la pesca-turismo y las de recreo, de la séptima lista. Esos barcos deben estar identificados y localizados de manera automática, lo que, creen los eurodiputados, aumentará la seguridad marítima. La geolocalización no significa que se vaya a instalar una caja azul como las que llevan los barcos de más de 12 metros, sino que se plantea a través de una aplicación móvil, a ser posible gratuita, y de fácil manejo, apuntó Clara Aguilera, eurodiputada socialista y ponente del informe, en los debates previos al pleno.

diario electrónico

El fin del papel. Otra de los puntos más controvertidos es la generalización del uso del diario electrónico de a bordo (DEA), incluso para los barcos de menos de 12 metros, aunque para este segmento de flota se «establece un sistema simplificado», apuntó Aguilera.

pesca de recreo

Para altura, bajura y recreo.

Al sistema de control modernizado y digitalizado también se suma la pesca recreativa, para la que se prevé poner en marcha un sistema de registro o licencias, se impone la declaración de capturas a través de una aplicación gratuita, y se incorpora al régimen de sanciones.

«caja azul» para motores

Solo para determinadas áreas. Otro de los lamentos de Sinkevicius fue el rechazo a generalizar la caja azul para controlar la potencia de los motores. Los eurodiputados dejaron en manos de los Estados miembros la tarea de verificar los datos de la potencia motriz, pero el aparato de control continuo se acotará a zonas gestionadas por esfuerzo pesquero, no por cuotas como en el Atlántico.

tolerancia en la captura

Mayor margen de error. El comisario también se echó las manos a la cabeza al ver que los eurodiputados daban el visto bueno a aumentar el margen de tolerancia -esto es, la diferencia entre lo apuntado en el DEA y lo pesado en lonja-, pues está convencido de que ese margen alienta la sobrepesca. Se ha elevado en el caso de las pesquerías mixtas, en los pequeños pelágicos y en los túnidos. 

aparejos perdidos

Un registro específico. Se crea un registro para dar cuenta de los aparejos que pierde un barco para luchar así contra la basura marina. A la posición de la Eurocámara debe sumarse ahora la del Consejo para después negociar a tres bandas el texto definitivo.

Cuatro años para medidas que suponen un cambio de mentalidad

Para la socialista Clara Aguilera, que cocinó las enmiendas al texto del Ejecutivo, la posición aprobada, que suaviza el reglamento presentado hace tres años, asegura un régimen de control «simple, transparente y eficaz», aparte de dar tiempo suficiente -4 años- para adaptarse a las nuevas medidas, «algunas de las cuales suponen un cambio de mentalidad».

Menos eufórico se mostró el eurodiputado gallego Francisco Millán Mon (PPE) que lamentó que se haya impuesto la obligatoriedad parcial de las cámaras a bordo por solo 8 votos y que no se haya dejado a la bajura exenta de la geolocalización. Tampoco está muy satisfecho con la solución que se ha dado al concepto de lote y partida, que no resuelve el problema de la conserva, a su entender, pero aún confía en que puedan corregirse esas cuestiones en los trílogos. Con todo, admite que la armonización de sanciones «proporcionará seguridad jurídica al sector» y que se ha adaptado la propuesta de la Comisión a la realidad pesquera.

Para Ana Miranda, del BNG, que se imponga el diario electrónico para la pesca artesanal «é un gran agravio para Galicia». La bajura, «ou pesca ou anota» y transmitir la información «non debe supor unha carga desproporcionada para os barcos e súa capacidade de faenar». También critica la obligación de llevar cámaras de vigilancia.

Contra lo mismo arremete la patronal Europêche, cuyo director general, Daniel Voces, pide cámaras para el despacho de los responsables políticos de la Comisión. Con todo, valora la flexibilización introducida por la Eurocámara sobre el margen de tolerancia, las mejoras en la trazabilidad y la armonización de las sanciones.