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Gobierno y Xunta emplazan al Ayuntamiento de A Coruña para abordar la deuda y el tren a Langosteira

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

SOMOS MAR

BENITO ORDOÑEZ

Ábalos y Feijoo invitan al gobierno local a una reunión específica después de Semana Santa

11 mar 2021 . Actualizado a las 14:22 h.

«Nos comprometemos a encarar la conexión ferroviaria», anunció ayer el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, al término de su reunión con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, en la que ambos se emplazaron a un encuentro después de Semana Santa en el que también participará el Ayuntamiento.

Las palabra de Ábalos abren una vía de solución para la infraestructura de la que dependen tanto la viabilidad económica del puerto como el desarrollo urbano de A Coruña. De hecho, el presidente del Gobierno gallego agradeció al ministro su compromiso de abordar la infraestructura, y también su comprensión hacia una obra que es imprescindible para abrir «cualquier puerta para la ciudad y el puerto, y es la única forma de desbloquear el asunto [del futuro de la Autoridad Portuaria]».

El ministro de Transportes insistió en que A Coruña «no puede ser una excepción» en la política impulsada por su departamento de fomento de la intermodalidad en el transporte y el impulso al movimiento de mercancías por ferrocarril, que son dos de las principales apuestas del actual Gobierno central en materia de infraestructuras. 

La financiación

Fondos de la UE. Aunque subrayó su compromiso de sacar adelante la obra, el titular del antiguo ministerio de Fomento dejó abiertas tanto las fechas como las fuentes de financiación. La conexión ferroviaria está presupuestada en 140 millones de euros. Ábalos señaló que el ministerio aún debe determinar de dónde saldrá ese dinero, aunque mencionó, entre otras posibilidades, los nuevos fondos europeos o los fondos ordinarios de la comisión de la UE. Más allá de la vía concreta de financiación, el ministro subrayó que el Ejecutivo es consciente de la «problemática compleja» del puerto coruñés y anunció que se abordará la cuestión financiera de forma global y con ánimo de romper el «círculo vicioso» en el que está atrapado. 

Ese círculo vicioso está formado por la deuda de 300 millones que la Autoridad Portuaria asumió para construir el puerto exterior, en gran parte con Puertos del Estado, un ente que depende del Ministerio de Transportes. La otra mitad del círculo es la propia obra del tren a Langosteira con su coste de 140 millones de euros. La Autoridad Portuaria, a causa de la deuda que arrastra, carece de fondos para ejecutarla y de capacidad para endeudarse más. Al mismo tiempo, sin tren a Langosteira, el puerto tiene dificultad para atraer nuevas empresas y tráficos, lo que a su vez lastra su capacidad para hacer frente a los créditos que contrajo. 

La negociación

Con María Pita. Ante la complejidad de la situación, el ministro subrayó que su objetivo es buscar una solución «global» para los problemas del puerto coruñés, un desenredo en el que debe participar el Ayuntamiento de A Coruña. Esa «importante» colaboración del consistorio se podrá materializar después de Semana Santa, cuando habrá una reunión específica en la que, señaló el titular de Transportes, también participará el gobierno local. 

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, subrayó que «es bueno que en la próxima reunión esté el Ayuntamiento». El titular del Ejecutivo autonómico recordó que el gobierno local será clave para decidir el futuro de los muelles urbanos, que quedarán liberados por completo cuando el tren esté construido y la actividad industrial se traslade en su totalidad a Langosteira. Feijoo señaló que, por lo tanto, el Ayuntamiento será clave para «seguir construyendo ciudad con un urbanismo responsable» mediante una solución que debe estar «equilibrada» con los compromisos que asumió la ciudad cuando se decidió la construcción de punta Langosteira. 

Los acuerdos

Seis meses. Por entonces se firmaron los convenios del 2004, que preveían financiar la obra del puerto exterior y la integración en la ciudad de lo muelles interiores mediante la urbanización de los mismos. Esos acuerdos siguen vigentes, pero en la cumbre celebrada el pasado 23 de febrero en el Ayuntamiento, con presencia de todas las Administraciones con alguna competencia en el puerto, se acordó que deben ser sustituidos en el plazo de seis meses, ya que sus previsiones se consideran obsoletas e inaplicables en la actual situación. 

De hecho, la Xunta ya ofreció en el 2018 una aportación de 20 millones de euros para garantizar la titularidad pública de Batería y Calvo Sotelo. Esa aportación, acordada en el marco de un protocolo con Puerto del Estado y el antiguo Ministerio de Fomento, pretendía aliviar la situación financiera de la Autoridad Portuaria manteniendo los muelles interiores en manos públicas, sin necesidad de acudir a inversores privados que aportasen fondos a cambio de la explotación de los muelles interiores.

Esa vía, que la Xunta ha defendido, no apareció en la rueda de prensa. Pero el presidente gallego subrayó que es necesario «desempantanar la situación financiera del Puerto» e insistió en la necesidad de que el futuro de esa infraestructura se aborde junto al Ayuntamiento coruñés.

Sobre las posibles vías de financiación, el titular del Ejecutivo autonómico se mostró seguro de que podrá encuadrarse el proyecto en las distintas modalidades de fondos europeos. 

La deuda

Flexibilizar. En la comparecencia, el presidente de la Xunta subrayó la importancia de la infraestructura. «El puerto no será puerto si no tiene ferrocarril», afirmó antes de recordar que sin el enlace ferroviario no se podrá liberar el muelle de San Diego, el más grande del puerto, incluso a pesar de que Repsol complete el traslado de las instalaciones de la refinería a punta Langosteira. 

Ábalos subrayó que el Gobierno es consciente de que el tren es «importante para la competitividad del puerto» y reiteró que es preciso buscar alivio para su situación financiera, que puede ser «crítica» a medio plazo. Por tanto, de acuerdo a lo pactado en la cumbre del 23 de febrero, reafirmó el compromiso de buscar «una flexibilización» de los términos de la deuda que la Autoridad Portuaria tiene con Puertos del Estado. Pero para buscar una solución definitiva, añadió, será necesario que todas las instituciones implicadas -Gobierno, Xunta y Ayuntamiento- hagan su parte en próximos encuentros «con voluntad de desbloqueo».