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«Indignación» en la pesca porque la UE la trata como «fuerza destructiva»

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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El Lundi Sentinel, hasta ahora buque insignia de la Agencia Europea de Control de la Pesca, dejará de operar para ese organismo a mediados de diciembre
El Lundi Sentinel, hasta ahora buque insignia de la Agencia Europea de Control de la Pesca, dejará de operar para ese organismo a mediados de diciembre M.MORALEJO

Una «injerencia» de la Comisión caldea el debate en el Europarlamento sobre el control de la flota con cámaras a bordo, registro de capturas y potencia de los motores

09 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Comisión de Pesca del Parlamento de la Unión Europea (UE) alienta una suavización de las propuestas del comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, sobre el uso obligatorio de cámaras a bordo, la potencia de los motores y el registro de capturas. Una revisión del sistema de control de la pesca con once enmiendas «que preocupan» a la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca (DG Mare) hasta el punto de enviarle a eurodiputados una «nota explicativa sobre las cuestiones en juego». La patronal Europeche la censura al considerarla una «injerencia» en la soberanía del Europarlamento. Y, sobre todo, expresa su «indignación» al entender que el Gobierno de la UE describe y trata a su sector pesquero «como una fuerza destructiva».

Meses de reuniones, análisis y negociaciones han definido el reglamento de control que debate el Europarlamento este martes y votará este miércoles. Queda por ver cómo influirá la comunicación de la DG Mare en políticos menos al tanto de la realidad pesquera que los que aprobaron esa adaptación de las normas. Para la DG Mare, esas «enmiendas preocupantes conducirían a un retroceso en comparación con el sistema de control actual».

En una carta abierta a Sinkevicius, Javier Garat, presidente de Europeche, incide en que las modificaciones se basan «en la mejor ciencia, experiencia y conocimientos disponibles». También «insta a la Comisión a que deje de arrojar una sombra de sospecha sobre el sector», así como a «respetar las decisiones democráticas por las comisiones parlamentarias especializadas» con idea de impulsar «políticas claras y ejecutables».

«¿Por qué tanta intolerancia y desconfianza?» hacia la pesca, se pregunta Garat, quien tacha de «sesgado» el contenido de la comunicación de la DG Mare porque criminaliza a la pesca y parece «buscar imponer su propia posición», lo que interpreta como «una ofensa contra el delicado equilibrio de poder entre las instituciones de la UE».

«Depredadores ilegales»

Los pescadores «solo pueden sentirse indignados y abandonados por una Comisión que retrata a su propia industria pesquera como depredadores ilegales y tramposos», añade Europeche. Considera «esa actitud como una total falta de conexión y empatía con los pescadores y las realidades pesqueras», un escenario que abona la «semilla de un creciente sentimiento anti-UE entre los pescadores».

Toda las «acusaciones infundadas se suman a la larga lista de problemas» de la pesca comunitaria, que la UE «ya debe afrontar y para los que necesita el apoyo político de la Comisión». Sin embargo, apunta Garat, cuando la flota «desea mantener una asociación constructiva y continua» con ella, se topa con la DG Mare, «que considera y describe su propia industria como una fuerza destructiva».

«Amenazados»

Los pescadores se sienten «un problema para la Comisión, más que una fuente de alimentos sostenibles y saludables con la menor huella de carbono». Se reivindican como «una fuente de empleo decente» y contraponen la imagen que transmite de ellos esa UE de la que esperan y demanda apoyo ante los problemas del brexit, «los reclamos espaciales en los caladeros de pesca por las energías renovables y las áreas marinas protegidas, así como el impacto actual del covid-19 en el mercado».

A todos esos factores que condicionan su actividad suman el verse «amenazados por la creciente sustitución de nuestras capturas por pescado extranjero barato». Competencia desigual en el mercado comunitario que atribuyen a que esos productos proceden de países terceros donde imperan «malas condiciones laborales, sistemas de control y seguimiento deficientes». Justo lo contrario de los que debe cumplir la flota comunitaria, a quienes la UE les exige mucho más que a las importaciones que, pese a todo, bonifica con crecientes exenciones arancelarias».

«Campeones de la pesca responsable» contra las cámaras intrusivas a bordo

Europeche recalca el «compromiso» de la flota comunitaria «con una política de control eficaz» en todos los mares . Recuerda que en lo que va de siglo la presión pesquera en el Atlántico «se ha reducido casi a la mitad, alcanzando niveles de rendimiento máximo sostenible para la mayoría de las poblaciones de peces», que han aumentado y en el 2018 alcanzaban «niveles un 50 % más altos que el en 2010». Mientras «la nota explicativa» de la DG Mare siembra «desconfianza» hacia el sector, la Agencia Europea de Control de la Pesca confirma que, pese al «aumento de las inspecciones en el mar, el número real de infracciones sigue siendo extremadamente bajo: menos del 4% y menos del 2 % en el Atlántico».

Esas y otras estadísticas demuestran que «ya existe una cultura de cumplimiento en la UE y un sistema de control en funcionamiento», por lo cual se felicitan, reivindicándose «como campeones de la pesca responsable».

En su carta a Sinkevicius, Garat incide en que eso se había logrado «incluso antes de la introducción de la actual obligación de desembarque», para cuyo control la DG Mare quiere imponer cámaras a bordo de todos los barcos. Para Europeche, el veto a los descartes «en su forma actual es una política fallida» en un escenario comunitario que con sus normas «ha proporcionado una producción sostenible de productos del mar». Frente a eso, reprocha, el comisario de Pesca «ha decidido hacer cumplir esta política inviable mediante la introducción de herramientas de control y supervisión intrusivas que ignoran la protección de datos y la confidencialidad empresarial y van en contra de los derechos de los trabajadores».