Conservacionistas creen que el veto de España a la venta de marrajo aliviará la sobrepesca
SOMOS MAR
Celebran la prohibición de las 90 toneladas que los palangreros de superficie capturaron el año pasado
08 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La organización conservacionista Shark League está convencida de que la decisión que ha tomado el Ministerio de Transición Ecológica español de imponer un cupo cero para la venta de marrajo tendrá consecuencias positivas en la reducción de la sobrepesca de la especie en el Atlántico norte. Y es que, según sostiene la Shark League en un comunicado, España ocupa la primera posición mundial en capturas de marrajo dientuso y es responsable de alrededor de la mitad de los desembarques de ejemplares de la población de ese océano, especialmente diezmada.
También recuerda la agrupación que los científicos «llevan mucho tiempo recomendando recortes drásticos en la pesca de marrajos dientusos» de esa zona, «empezando por una prohibición total de retención a bordo». Sin embargo, «hasta la fecha solo Canadá ha acatado estos dictámenes», reprochan los conservacionistas.
90 toneladas sin vender
La decisión de España, apuntan, se aplica a las capturas del 2021 de todos los buques españoles, independientemente de si pescan en aguas nacionales o en el Atlántico norte. También se congratulan de que no se vaya a permitir las 90 toneladas que los palangreros de superficie capturaron el año pasado amparados tanto por el Gobierno español como por la Comisión para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT).
Ali Hood, directora de conservación en Shark Trust, señaló que «esta política se basa en las recomendaciones de los expertos y es coherente con una miríada de compromisos políticos contraídos internacionalmente». De esta manera, la entidad insta al Gobierno español a mantener e incluso a ampliar esa protección, al tiempo que anima a otras partes a seguir el ejemplo.
La Shark League señala que la Comisión Europea ha propuesto por primera vez cuotas para el marrajo dientuso del Atlántico norte. Aprobó 288 toneladas, lo que «supone una grave desviación respecto de los dictámenes científicos». Una decepción para la entidad, que confiaba en que la UE fuese tan contundente como en el 2019 cuando presionó para poner trabas a la venta de marrajo.