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Los puertos cerraron el 2020 mejor de lo previsto, al caer el tráfico un 8,6 %

e. abuín LA VOZ / REDACCIÓN

SOMOS MAR

M.MORALEJO

La descarbonización, detrás del descenso del movimiento de graneles sólidos

11 feb 2021 . Actualizado a las 12:48 h.

Los resultados del cierre del ejercicio en las terminales portuarias españolas ha sorprendido hasta al mismísimo Puertos del Estado. Con todo lo que supuso la pandemia para el movimiento de mercancías, el tráfico de pasajeros y la navegación mundial en general, que en el 2020 la caída haya sido de solo un 8,6 % con respecto al año anterior es mucho más que salvar los muebles. Sobre todo porque el organismo que gestiona el sistema portuario español -integrado por 28 autoridades portuarias que operan 46 terminales- contaba entre sus planes con un batacazo de entre un 10 y un 16 %. No es de extrañar, por tanto, que el presidente de la Puertos del Estado, Francisco Toledo, haya valorado positivamente los resultados a pesar de llevar delante un signo negativo en prácticamente todos los tipos de mercancías. Es más, esas 515.682.392 toneladas gestionadas en el 2020 infunden esperanzas a Toledo, que confía en que, a lo largo de este ejercicio, el movimiento portuario vaya recuperándose gradualmente para acabar el 2021 con unas cifras similares a las que el sistema español tenía antes de que el covid irrumpiera y distorsionara los tráficos.

El hundimiento ha sido generalizado. Ha afectado a todas las formas de presentación en la que llegan las mercancías, incluso a la carga general, que es la que más valor aporta a la cuenta de resultados de los puertos (cerca de un 52 % del total). Y sin embargo, esta categoría ha sido clave para amortiguar el descalabro de los puertos españoles, dado que «ha recuperado en el último trimestre gran parte de lo perdido al inicio de la pandemia», apuntan desde el organismo dependiente del Ministerio de Transporte. Así, productos como los abonos, aceites, frutas y hortalizas han contribuido con sus incrementos a alcanzar los 261,6 millones de toneladas movidas, dejando el descenso en este capítulo en el 4,5 % con respecto al 2019.

  

Menos petróleo y fueloil

Si la carga general es la mitad de lo que se mueve en los puertos de España, los graneles líquidos constituyen un tercio de las mercancías que pasan por sus terminales marítimas. En este caso, la reducción en el movimiento fue de casi un
11 %, hasta quedarse en los 167,1 millones. Puertos del Estado achaca esa caída a la bajada de los biocombustibles, el petróleo crudo y el fueloil, cuya merma no ha podido compensar el gasoil, uno de los productos que han incrementado su volumen en este segmento.

Los graneles sólidos han seguido la senda de los líquidos. Y más acentuada que estos. Se han movido 77 millones de toneladas, un 15,2 % menos. La descarbonización está detrás de la debacle, pues la explicación a ese menor movimiento de mercancías se encuentra en el desplome del tráfico de carbón (un 24,3 % menos que el año anterior), y que ha sido especialmente palpable en puertos como Ferrol y A Coruña. Ha influido también la ralentización de la construcción, que se ha traducido en la recepción de un 9 % menos de cemento y una caída del 6,7 % de las descargas de productos para el asfaltado.

 No obstante, «la posición estratégica de los puertos españoles en el contexto del comercio mundial y de las principales rutas marítimas, han permitido que las mercancías en tránsito siguieran creciendo hasta los 156 millones de toneladas, un 0,8 % más que el en 2019, lo que representa que se mantiene la ratio de que un tercio de las mercancías movidas en nuestros puertos tienen como destino final otros países de nuestro entorno», apuntan desde Puertos del Estado.

Pero, sin duda, el gran batacazo lo ha sufrido el tráfico de pasajeros, uno de los más afectados por la pandemia y que iba ganando terreno en todos los puertos en general y en los gallegos en particular. El total de viajeros -de línea regular y de cruceros- ha descendido un 64, 5%, con 13,3 millones de personas. Esta bajada ha sido más acusada en el caso de los cruceros. Han venido 1,37 millones de turistas en el 2020, pero prácticamente el 80 % de ellos llegaron en enero y febrero. Durante los diez meses siguientes, apenas se han contabilizado 260.000 pasajeros.

Vigo, la única terminal gallega que cierra con un aumento de mercancías

Ya lo decía la Autoridad Portuaria de Vigo: que un segundo semestre del año extraordinario había permitido revertir unas cifras que hasta junio llevaban signo negativo en el volumen de mercancía movida. Según datos de Puertos del Estado, la terminal viguesa cerró con un alza del 2,45 % en el tráfico general, la única que, con Bahía de Cádiz, ha esquivado la caída que han sufrido las otras 26 autoridades portuarias que gestionan los 46 puertos que conforman el sistema español.

Los otros cuatro puertos gallegos que son titularidad del Estado han anotado retrocesos en los tráficos. Aunque sigue a la cabeza de Galicia, el de A Coruña ha sido el que ha sufrido una caída mayor, al perder el año pasado un 22,6 % de sus movimientos. Graneles sólidos y líquidos están detrás de ese retroceso. Con todo, movió más de 10,5 millones de toneladas. En Ferrol fallaron los graneles sólidos, como el carbón (-21 %), pero subió el apartado de los líquidos, un 27 % más. Cerró el ejercicio con algo más de 10 millones de toneladas movidas. Marín y Vilagarcía también perdieron tráficos. Más el primer puerto que el segundo, cuyo retroceso se movió en la línea del conjunto del Estado y continúa por encima del millón de toneladas. Algo más de dos fueron las que se operaron en la terminal marinense que, no obstante, cayó un 15,2 %.

En total, los puertos gallegos de interés del Estado movieron 28,5 millones de toneladas, lo que supone un 5,5 % de todos los tráficos del sistema portuario español. Con respecto al año pasado, la red gallega retrocedió un 14 %, desde los 33 millones de toneladas de entonces.