La pandemia hunde hasta 790 euros el kilo el precio del mejor atún rojo en la primera subasta en Tokio
SOMOS MAR
El año pasado alcanzó los 5.434 y el anterior los 9.350, en la lonja de Toyosu
06 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Literal lo de que la pandemia hunde el precio del mejor atún rojo en la primera subasta del año en Tokio, en la lonja de Toyosu, considerada la mayor del mundo. Ni una subasta tan mediática como esa se ha librado del impacto del covid-19. Este martes se han pagado en la lonja de Toyosu unos 165.000 euros por un atún rojo de 208 kilos, a 790 el kilo, informa la agencia Efe. Aunque para el común de los humanos sigue siendo un precio desorbitado, en esa bolsa de la pesca es muy poco comparado con los 1,5 millones de euros abonados hace un año por un atún rojo de 276 kilos, a 5.434 euros el kilo. Y podría considerarse una minucia al lado del que hasta ahora marca el récord en esa rula, los 2,6 millones desembolsados en el 2019 por un ejemplar de 278 kilos, a 9.350 euros cada kilo.
El magnífico atún rojo vendido este martes ha sido capturado por un pesquero del noreste de Japón. Su «baja» cotización refleja la difícil situación económica que atraviesa el sector nipón de la restauración, igual que el del resto del mundo, a causa de la pandemia. Por eso ayer se contuvieron muchísimo más de lo habitual en una primera subasta que aprovechan como oportunidad para conseguir publicidad. El de este año lo compró la empresa Yamayuki, cuyo presidente Yukitaka Yamaguchi, posó sonriente con el atún en el restaurante de Ginza adonde lo llevaron. Unos minutos de gloria que, por lo que transmiten las imágenes, parecen compensarles tan cuantioso desembolso.
Igual que la pandemia explica el desplome de precios en la primera subasta del 2021, la del 2019 batió todos los registros porque se estrenaba la lonja Toyosu, después de que el popular mercado pesquero se trasladase el año anterior desde Tsukiji, añade Efe.
Por el coronavirus, en Toyosu también aplican medidas preventivas como el uso obligatorio de mascarilla, entre otras. Y por el covid desde diciembre no se permiten visitantes en las subastas de pescado, una de las principales atracciones turísticas de la capital japonesa.