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La nueva propuesta de cuotas aún trae un «tijeretazo» del 10 % para la merluza sur

La Voz REDACCIÓN

SOMOS MAR

Reuters

La conselleira de Mar hace una valoración negativa de la propuesta de compromiso lanzada por la Presidencia alemana

16 dic 2020 . Actualizado a las 15:30 h.

No ha gustado demasiado (por no decir nada) la primera propuesta de compromiso que ha hecho la Presidencia alemana para fijar los totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas para el Atlántico y el Mediterráneo para el año que viene. Ni al sector, ni a la conselleira de Mar gallega, que no está dentro del plenario, pero sigue ojo avizor las negociaciones y actuando de apuntadora al ministro de Agricultura y Pesca español, Luis Planas, para que no pierda de vista las demandas de la flota.

El documento apenas mejora lo sugerido por la Comisión para 4 de las 14 especies que interesan a Galicia. E incluso en esos cuatro casos el avance es mínimo. Para la merluza ibérica ya no se pide un recorte del 13%, pero se sigue reclamando un 10. Tampoco se ha mitigado lo suficiente la rebaja del abadejo que se pesca en aguas francesas (del -41 % al -27 %), ni la del lenguado del Cantábrico, que ya no se demanda que se pesque un 30 % menos, pero sí se plantea reducir las capturas un 20 %. En definitiva, que la valoración de la Rosa Quintana no puede tener otro signo más que el negativo, el mismo que llevan delante casi todas las propuestas de total admisible de capturas (TAC) de las especies objetivo de la flota gallega.

Gran Sol

Ni siquiera la situación de Gran Sol, donde se propone el statu quo para los siguientes tres meses, satisface las aspiraciones gallegas. Y es que la fórmula propuesta para la gestión de la pesca el año que viene en esas aguas apenas dejaría nueve meses de margen en el caso de que hubiese que realizar ajustes de cuota y la flota no está en condiciones de soportar esa adaptación. Por eso, Galicia demanda «unha fórmula para traballar durante os tres primeiros meses do ano á espera dun acordo sobre o brexit» y una mayor flexibilidad «tendo en conta a situación de pandemia e a menor capacidade de aproveitamento das cotas que houbo este ano por ese mesmo motivo».

En lo que respecta al Cantábrico, Quintana sugiere que hay que hacerse fuerte en la merluza ibérica y conseguir que se mantenga el TAC del año pasado. Debería ser fácil conseguirlo, pues no hay justificación biológica posible para sostener el recorte ya no del 13 %, sino tampoco el del 10 %. Al Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES) se remite la conselleira, no en vano fue ese mismo organismo -que asesora a la Comisión Europea a la hora de realizar su propuesta de cuotas- el que certificó que la biomasa de ese stock había incrementado más de un 50 % y se encontraba en buen estado biológico.

En esa función de apuntadora que ha asumido Quintana, recuerda a Planas que no puede perder de vista ni el lenguado ni el rape, también amenazadas con la tijera. Porque aunque las cantidades que se pescan son menores, el impacto económico potencial es muy elevado par España, casi mayor que el de la merluza. Según cálculos de la Xunta, en el caso del lenguado «chegaría aos dous millóns de euros e no do peixe sapo aos tres, fronte aos 1,9 millóns da pescada».

Tampoco se sostiene, a juicio de la conselleira de Mar, que la cigala del Cantábrico Noroeste continúe cerrada, como sugiere la Comisión. Quintana aboga por permitir la pesquería en condiciones sostenibles, al tiempo que se sigan con las prospecciones científicas. Recuerda Quintana que hay otras unidades funcionales en las que se permite la extracción del crustáceo y no están mejor situación que la población de la xona VIIIc. Al contrario.

En el caso de las artes menores, preocupa el recorte que se persigue para la raya. Galicia defiende que se mantenga el TAC de una especie que sirve de «complemento fundamental» para la bajura. O, al menos, que se haga una diferenciación y, así, se incrementen las posibilidades de pesca para aquellas «especies que mostren unha tendencia positiva e a aplicación de medidas especiais para aquelas variedades que se atopen en peor estado».

Besugo y sable negro

Bruselas también ha sacado la tijera para proteger las especies de aguas profundas. Besugo y sable negro son las que más preocupan a Galicia, pues aunque no hay pesca dirigida a estas especies, sí que entrar como accesorias y entrañan riesgo de estrangulamiento para la flota. La Xunta pide que se retiren ambas de las especies sometidas a TAC, tal y como antes se hizo con la bertorella.

Por último, la conselleira no quiere que el hecho de que no haya reuniones de la Comisión para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) por mor de la pandemia le chafe la oportunidad de aumentar todavía más de ese 12 % propuesto para la cuota de bonito del norte. El stock, asegura Quintana, está en una situación que permite un aumento mayor que proporcione a la flota más posibilidades de pesca para una costera que cada vez se hace más corta para la flota gallega.