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España tiembla ante una cuota 0 para el besugo que podría estrangular a su flota

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

XOÁN CARLOS GIL

Quintana propone eliminarlo, con el sable negro, de las especies con cupo

14 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Ante la incertidumbre de lo que ocurrirá en aguas comunitarias a partir del 1 de enero próximo por la desconexión del Reino Unido, Bruselas ha decidido dejar en blanco su propuesta de totales admisibles de capturas (TAC) y cuotas para las zonas adyacentes al caladero británico. Así es que, como a estas alturas la incógnita todavía no se ha despejado, la flota aún está pendiente de tener sobre la mesa una aproximación sobre las posibilidades de capturas de las que dispondrá el año que viene. La única referencia a la que puede recurrir para hacerse una idea es a las cantidades que recomienda el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES). Y en algunos casos, estas son para echarse a temblar. El besugo, sin ir más lejos.

El ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, en el Consejo Consultivo de Asuntos Comunitarios del miércoles, se refirió, precisamente, a la falta de concreción de propuestas para las especies de aguas profundas, como son el besugo, el sable negro o el alfonsino. «No se conoce la propuesta de capturas para el besugo, aunque la recomendación del ICES es de TAC [total admisible de capturas] cero», explicó. Planas señaló que España está haciendo un gran esfuerzo para mejorar la situación de esta pesquería, dado que se trata de una especie de alto valor para la flota española, en particular para el palangre de fondo. Y aunque es importante en el Cantábrico, más lo es en el golfo de Cádiz, donde se le conoce como voraz. El ministro destacó que en los dos últimos años se han reforzado las medidas que regulan la actividad de la flota, aplicándose unos límites de capturas muy estrictos y cierres temporales en determinadas zonas.

Especie de estrangulamiento

Ese esfuerzo ha dejado a los buques que operan en la unidad de gestión 2, que comprende las aguas comunitarias, en tan solo diez kilos de besugo por barco y día, 20 si es de alfonsino. Pero una cosa es tener una cuota reducida y otra no disponer de ninguna, lo que convierte al besugo en una especie de estrangulamiento para la flota ya no solo en lo económico -por lo elevado de su valor-, sino también en el aspecto de la gestión, pues habría que cubrirlo con cupo de otra especie, siempre que finalmente se apruebe la flexibilidad interespecies. Porque esa es otra, la posibilidad de descontar los kilos que se capturen de un determinado stock para el que no se dispone de cupo -como es, por ejemplo, el bacalao, para el que España no tiene cuota-, de otra población para la que sí se tiene -como merluza o rape-, debe quedar recogida en el reglamento de TAC y cuotas que salga de la reunión de los ministros de la próxima semana.

Si la vía por la que ha optado el Gobierno español es la de defender los esfuerzos realizados por la flota española para evitar ese TAC cero del besugo, la que plantea la Consellería do Mar para las especies de aguas profundas es más radical. Como se trata de variedades del tipo besugo o sable negro, y poblaciones para las que no hay una pesquería dirigida, sino que entran en el aparejo como capturas accesorias de la actividad pesquera, lo que se plantea desde Galicia es que se retiren del listado de stocks sometidos a TAC. Es decir, que no se fije ninguna cuota, dado que se trata de especies «de escasa relevancia de captura» y, además, «sen riscos relativos á súa conservación».

El sector español será el principal perceptor de los fondos de pesca

Si la cuestión de las cuotas continúa abierta, sí está cerrado ya el capítulo relativo al Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura (FEMPA) para el período 2021-2027. El texto acordado en Trílogo fue revisado por el Comité de Representantes Permanentes del Consejo (Coreper), que le dio su respaldo, y se prevé que se publique en abril, con Portugal en la presidencia del Consejo. Estará dotado con 6.108 millones de euros y España será el mayor perceptor, al recibir una asignación de 1.120 millones de euros, cantidad similar a la de la programación actual.

El ministro de Agricultura y Pesca valoró positivamente la inclusión de las ayudas para mejorar la eficiencia energética, la seguridad y las condiciones laborales a bordo. Recordó que se trata de una de las demandas más importantes que llevaba España, «no solo por la repercusión que tendrá en las condiciones de salud y de higiene de los trabajadores de los buques pesqueros, sino también por su efecto para impulsar el necesario relevo generacional en el sector pesquero, además de los beneficios medioambientales». El apoyo a las inversiones en pymes de la pesca podrá llevarse a cabo mediante ayudas de mínimis, mientras que para las grandes empresas, será posible exclusivamente a través de instrumentos financieros, tal y como ocurría hasta ahora. Las organizaciones de productores seguirán teniendo el reconocimiento de principales entidades asociativas del sector productor y su papel en la participación en la gestión sostenible en la fase de producción y comercialización.