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Un encuentro con orcas que obligó a cambiar Canarias por Galicia

Laura Martelo OUTES / LA VOZ

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LAURA MARTELO

Los tripulantes del Gautier se refugiarán en Muros hasta que pasen los cetáceos

24 sep 2020 . Actualizado a las 21:26 h.

Hay viajes que, por mucho que se planifiquen, cuentan con un factor sorpresa. Este ha sido el caso de Vicent Gautier y Laure Yem, dos ciudadanos franceses procedentes de la Bretaña que partieron a bordo del velero Gautier para realizar un viaje por la costa atlántica rumbo a Canarias y que, inesperadamente, recalaron en Muros tras un encontronazo con unas orcas.

Según explicaron ya amarrados a puerto -a donde llegaron remolcados por la Salvamar Regulus-, la travesía transcurrió con normalidad por la costa atlántica francesa hasta que se adentraron en el Cantábrico, donde recibieron los primeros avisos de avistamiento de orcas en las costas gallegas. Cuando el Gautier se encontraba muy cerca de A Coruña, el capitán decidió atracar en el puerto y permanecer en la ciudad herculina unos días, a la espera de minimizar las posibilidades de interaccionar con los cetáceos. Pero retomaron su camino, y cerca de la costa barbanzana recibieron nuevas alertas de avistamientos: «Vimos el aviso, y cuando nos dimos cuenta teníamos a los animales al lado».

En el momento de la interacción, el velero tenía el motor apagado y navegaba a vela, un factor que, en opinión del capitán, fue lo que favoreció que los desperfectos causados, que afectaron al engranaje del timón, no fueran de mayor gravedad: «Fuimos afortunados por la reacción que tuvimos. En cuanto se acercaron bajamos la vela mayor e intentamos detener el barco».

Laure Yem hizo hincapié en la rapidez con que los animales realizaron su particular ataque: «Todo pasó muy rápido. Dieron cuatro golpes y se marcharon». «Estamos seguros de que su intención no era atacar», prosigue Gautier, a lo que Yem puntualiza: «Según nos cuentan los científicos son interacciones, pero nosotros lo sentimos como un ataque». Ninguno pudo precisar cuántos ejemplares se cruzaron en su camino, aunque creen que podrían ser dos.

En cuanto a los planes de viaje, esperarán a que las probabilidades de interacción con orcas se reduzcan para continuar navegando hacia el golfo de Cádiz: «Cuando tienes una tormenta encima no sales al mar, buscas refugio y con esto es igual».

Xunta y navegantes comprenden las restricciones a la navegación

Cierto que restringir la navegación a los veleros de menos de 15 metros en aguas cercanas a la costa generará algún que otro trastorno, especialmente en esta época de elevado tránsito de embarcaciones que se dirigen a las Canarias o al Mediterráneo, que tendrán que navegar por fuera de las 11 millas. Pero profesionales y la misma Administración están convencidos de que se trata de una medida «prudente». Es la opinión de Juanma Fernández, de la escuela de navegación Dunasport, que entre otras zonas opera en el área entre Prioriño y Bares, afectada por la limitación. En su caso, buscará «otras opciones» a sus dos barcos escuela. «Puede que las orcas quieran jugar, pero ha habido daños y no me parece mala idea, aparte de que no es mucho tiempo, una semana».

Desde la Xunta aseguran que «entienden las medidas», pues «obedecen a cuestións de seguridade tanto das persoas como dos cetáceos e son compatibles coa navegación fóra do abrigo da costa». No obstante, «non deixa de ser un contratempo para a recuperación do sector náutico?recreativo afectado polas restricións de mobilidade e polo peche de fronteiras durante o estado de alarma establecido polo coronavirus».