La UE alerta de que en el Báltico ya no basta con pescar menos, por los daños de polución y el cambio climático
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Bruselas propone recortar este año las capturas de bacalao
30 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Basándose en las últimas recomendaciones científicas disponibles, las del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM, en sus siglas en inglés), la Comisión Europea propuso este viernes recortar el próximo año las capturas de bacalao en el mar Báltico, las de arenque en el área central y la de salmón en el golfo de Finlandia. Virginijus Sinkevicius, comisario de Pesca, lanzó un aviso: «La presión sobre las poblaciones de peces no puede abordarse únicamente a través de la política pesquera».
No, razona Sinkevicius, porque «varios factores influyen en el estado de las poblaciones de peces. La pesca es uno de ellos, pero otros, como la contaminación marina o el cambio climático, están afectando gravemente a la salud» de los recursos marinos en el Báltico. Porque ahí «la sostenibilidad no es una opción más, sino una necesidad», defiende la propuesta comunitaria de cuotas para el 2021 porque la considera «realista», y se declara «convencido de que funcionará tanto para los pescadores como para los peces».
El máximo responsable pesquero de la UE aboga por «abordar exhaustivamente todos los factores» que influyen en las poblaciones de peces del Báltico, por lo cual ha convocado una conferencia ministerial de todos los Estado miembros de ese área con idea de «garantizar un futuro a largo plazo para este mar».
De momento, el próximo año prevé recortar un 70 % la actual cuota de bacalao en el Báltico oriental, donde está prohibida la pesca dirigida y, por tanto, solo cubre capturas accesorias, y un 11 % la del área occidental. Para el arenque se inclina por rebajar el cupo anual un 50 % en el área occidental, un 36 % en la central, mantenerlo en el golfo de Botnia y subirlo un 15 % en el de Riga. También propone un recorte del 10 % para el salmón en el golfo de Finlandia y aumentarlo un 9 % en la cuenca principal.
En cuanto al espadín y a la solla, se decanta por no variar los topes actuales. En esos dos casos, aunque el dictamen científico «permitiría un aumento», la Comisión Europea opta por «ser prudentes» por la incidencia de esas pesquerías sobre el bacalao.