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La pesca espolea al Gobierno gallego para que reclame la transferencia del IEO

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

MARCOS MÍGUEZ

Cree que la adscripción al CSIC pone en riesgo los intereses pesqueros de Galicia

02 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El sector pesquero gallego no oculta la envidia -a veces ni siquiera sana- que tiene a sus colegas vascos a cuenta de su AZTI, el centro tecnológico del País Vasco experto en la cadena de valor del mar. Lo confesaron en público hace unos años, cuando comenzaron a percibir el distanciamiento de un IEO (Instituto Español de Oceanografía) que entonces aún no había entrado en colapso -al menos no al nivel actual-, pero que ya no dedicaba tanto esfuerzo a la pesca como antaño. «No es el IEO de antes», decía el actual cogerente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi), Edelmiro Ulloa, en el Congreso sobre Sostibilidade Social e Económica do Sector Pesqueiro del 2017. Las carencias en asesoramiento eran de tal calibre que los armadores se planteaban incluso pagar de su bolsillo a científicos especializados en esta materia para el instituto.

Si eso ocurría en noviembre del 2017, en marzo del año siguiente la plantilla del IEO lanzaba un SOS en forma de comunicado conjunto ante la parálisis administrativa del organismo, que impedía ejecutar el presupuesto y realizar adecuadamente las tareas más básicas, entre ellas el asesoramiento pesquero.

Ese deterioro -al que ahora se le pretende escribir el epílogo con la decisión de integrarlo en el CSIC- hizo saltar las alarmas incluso en el Parlamento de Galicia, que en mayo del 2018, a propuesta del BNG, aprobó por unanimidad de los miembros de la Comisión de Pesca pedir al Estado el traspaso de las competencias «para la total gestión económico-administrativa de los centros del IEO en Galicia para que pasen a formar parte de la estructura propia de la Xunta». El acuerdo pasaba también por solicitar el inicio de un proceso de descentralización de los centros de A Coruña y Vigo, para que pudiesen ser gestionados según sus propias necesidades, y por instar al Gobierno central a atender ese SOS de los investigaciones oceanográficos para modernizar la estructura del organismo y dotarla de mayor agilidad. Como otros muchos, ese acuerdo solo se plasmó en papel. Jamás llegó a tratarse ese traspaso en la Comisión Mixta de Transferencias.

Pero ahora, el temor a perder una herramienta esencial para su futuro, ha llevado al sector a desempolvar ese pacto y a pedir su ejecución. Incluso desde el estamento científico se espolea al Gobierno gallego para que reclame unas competencias que los vascos, que ahora presumen de AZTI, pidieron para sí hace 39 años. De esa manera, aguijonean a la conselleira de Mar, Rosa Quintana, para que deje de lamentarse ante el Ministerio de Ciencia y actúe. «Non chega con chorar por carta e protestar pola decisión de integrar o IEO no CSIC; se de verdade ves en perigo o asesoramento científico pon en marcha ese acordo do Parlamento de Galicia», apuntan fuentes del Oceanográfico de A Coruña.

Estas no dejan lugar a dudas sobre las nefastas consecuencias que la integración en el CSIC, donde prima la investigación de excelencia y las publicaciones, tendrá sobre el asesoramiento en materia pesquera. «Están en xogo os intereses pesqueiros de Galicia», apunta Torcuato Teixeira, secretario xeral de la Fundación Rendemento Máximo Sostible e Social (FREMSS). Tan claro tiene esa entidad que la adscripción al CSIC es perjudicial para la pesca gallega que en la última reunión de su patronato, celebrada esta misma semana, acordó constituir a través de su comité científico, un grupo de trabajo para estudiar «a creación dun centro de investigación pesqueira para pornos á altura de comunidades autónomas como o País Vasco que, con moita menos flota, dispón de un».