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La empresa niega que el caso del vigilante ingresado en las Seychelles fuese muy grave

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Había sido aislado tras haber dado positivo por coronavirus

19 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Trablisa, la empresa de seguridad que proporciona vigilantes a la flota atunera que faena en el océano Índico, niega que el caso del empleado afectado por covid-19 a bordo de un pesquero en las islas Seychelles y que ha tenido que ser evacuado al hospital fuese «de extrema gravedad», como diversas fuentes dijeron a este periódico. Desde la compañía explican que el vigilante -que era personal de riesgo por un proceso patológico previo ya superado- estaba aislado tras haber dado positivo, no presentaba síntomas y estaba siendo controlado. Asegura asimismo que por parte de la empresa atunera para la que presta servicios el empleado de Trablisa se está cumpliendo el protocolo establecido por el coronavirus. El vigilante de seguridad fue evacuado al día siguiente de que trascendiese su caso. Según las fuentes de Trablisa, el hombre quedó ingresado en el hospital de la capital de las Seychelles, al que fue trasladado por un problema en el brazo, que antes de su evacuación tenía «excesivamente hinchado», de acuerdo con las fuentes que consultó este periódico. Una vez en el centro sanitario, se le descubrió una diabetes que el paciente desconocía padecer por lo que los médicos decidieron que debía quedarse hospitalizado. Tanto la empresa de seguridad como la representación de los armadores han explicado que el trabajador afectado está molesto por que su caso haya salido a luz pública.

Protocolos

La patronal atunera Opagac informó el viernes en un comunicado que «la mayoría de los casos que se detectaron fueron asintomáticos» y que ese día aún había «37 personas aisladas y bajo observación». Señaló también que mantendrá los protocolos para asegurar «por encima de todo» la salud de sus tripulaciones, además de poner a su disposición mascarillas, gel higiénico y equipos de desinfección y test rápidos.

El problema surgió el 24 de junio cuando se detectaron 70 positivos en marineros procedentes de Costa de Marfil y Senegal, que dieron negativo en sus países de origen, pero positivo en las pruebas practicadas a su llegada a las Seychelles.