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El percebe de O Roncudo se pone a 90

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

SOMOS MAR

Pese a que hoy no habrá fiesta de exaltación por el covid-19, los percebeiros de Corme faenaron en sus piedras más mimadas y el producto alcanzó precios de récord en lonja

11 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El percebe de O Roncudo se ha vuelto a consolidar como marca de referencia en los mercados gastronómicos más exquisitos y delicatesen, así como en las grandes superficies. Se trata de un intangible con tanto valor casi como el del propio recurso.

Ayer volvió a quedar de manifiesto en la subasta en el Muro de A Coruña. La mayor parte de los 30 percebeiros adscritos a la cofradía de Corme pusieron a la venta sus seis kilos de crustáceo —tope fijado por el pósito— y las mejores piezas se vendieron a 88 euros el kilo. Y en un abrir y cerrar de ojos. Al subastador apenas le dio tiempo a cantar los precios. «Iso si, era moi bo percebe, excelente, do mellor que vin dende hai tempo», apuntó una pescantina de Bergantiños que acudió a la puja. En su caso no llevó un solo kilo para su pescadería «porque levaba un prezo moi alto».

Daba igual, hubo demanda más que suficiente por parte de las grandes superficies y hosteleros de renombre. Todos ellos se hicieron con las cajas más preciadas. Ahora habrá que esperar a la víspera del 25 de julio, Día de Galicia, para volver a disfrutar de este manjar único de la Costa da Morte.

El cabildo del pósito cormelán, con el patrón mayor, Roberto Vidal, a la cabeza, decidió reorganizar el trabajo en el tramo entre el merendero y el faro de O Roncudo. Generalmente se abría a la extracción dos veces al año: tres días en julio y otros tres antes de Navidades. Como hoy no habrá Festa de Exaltación do Percebe de Corme por culpa de la pandemia de covid-19, el cabildo optó por abrir O Roncudo cuatro días a lo largo de este verano, aunque espaciados en el tiempo para preservar el recurso que todavía no ha sido extraído. Cruzan los dedos para que las cotizaciones se mantengan igual de elevadas que hasta la fecha.

Y es que desde que arrancó la temporada estival el precio del crustáceo en general —no solo el de Corme— ha tenido un alza inesperada, alcanzado las mejores piñas los 60-80 euros por kilo, mientras que los precios del percebe de tamaño medio oscilaron entre los 35 y los 50 euros. Tarifas que no están nada mal, según explicaron desde el sector, teniendo en cuenta la incertidumbre sobre la evolución del sector hostelero y turístico, con el temor de que ocurra en otras partes lo sucedido en A Mariña.

Los casi 90 euros abonados en la subasta de ayer en O Muro representa el precio más alto de los pagados hasta la fecha en lo que a la campaña estival se refiere. Eso sí, muy lejos de los 289 euros que se llegaron a pagar también en el recinto de subastas herculino el 21 de diciembre del pasado año. En aquella ocasión estos lotes procedían de O Roncudo, pero también de A Barca (Muxía), otra de las millas de oro del percebe de la Costa da Morte.

Ferrolterra

En la otra zona percebeira de Galicia por excelencia, la de Ferrolterra y Ortegal, corroboran ese momento dulce que viven los percebeiros a cuenta del precio del producto. El que se vende en Cedeira alcanzó la semana pasada los 111 euros el kilo. Y aunque en Cariño este mes no se han conseguido valores con tres dígitos, los máximos sí estuvieron rozándolos en los últimos meses. Roberto Horjales, percebeiro de Valdoviño, achaca esos valores a que «hai pouco percebe e o pouco que hai págase ben». Y eso que no es de un tamaño espectacular, sino «máis ben mediano». Porque demanda hay. La hay ahora y la hubo, sobre todo, durante el confinamiento. En abril «valían coma no Nadal», dice Horjales, uno de los pocos profesionales que siguió trabajando para atender encargos que, si bien no llegaban de la hostelería, sí llegaba de particulares y la distribución.