Cada gallego come al año seis kilos más que la media española, que bajó a 22,5
04 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Imparable, el consumo de pescados en los hogares españoles cae desde 2008, principalmente en los frescos. Se repitió el año pasado, con un 2,7 % menos que en 2018, pero todo apunta a que empeorará este año por la crisis del coronavirus. De ahí que todo el sector clame para que el Gobierno lo reconozca como un producto básico y le reduzca el IVA al 4 %, en lugar del 10 % actual. Quizá no lo pidiese si los españoles comiesen tanto pescado como los gallegos, campeones indiscutibles con 28,64 kilos por persona y año, seis más que la media nacional, de 22,53.
Parece consecuente que Galicia, la gran potencia española y, por tanto, comunitaria de la pesca y de la conserva de productos del mar se suba otra vez a lo más alto del podio. La medalla de oro de 2019 la acredita el último Informe del Consumo de Alimentación en España, recién publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
600 gramos menos al año
La de plata es para una autonomía sin mar, Castilla y León, con 27,65 kilos de pescados, conservas y mariscos por habitante y año. El bronce se lo lleva Asturias, con 27,54, y el primer diploma, el País Vasco, con 26,20. Quintos son los aragoneses (24,59), sextos los catalanes (23,65) y séptimos, los madrileños (22,68). De las 17 comunidades, Canarias cierra la lista, con solo 15,72 kilos per cápita.
Cada español se alimentó el año pasado con 600 gramos menos de productos de la pesca que durante el 2018. Casi diez eran pescados frescos, cerca de medio kilo menos. Apenas variaron las conservas, casi cuatro kilos y medio, ni los tres kilos de mariscos frescos. Redujeron a poco más de dos kilos la compra de pescados congelados, mantuvieron en más de dos la de mariscos y moluscos congelados y aumentaron a 600 gramos la de mariscos y moluscos cocidos.
De la inversión media de 195 euros por persona, 78 son para pescados frescos, por los que en Españas e paga una media de 7,98 euros el kilo; 54 para mariscos, que salen a 8,91; y cerca de 45 para conservas, a 10,24 el kilo.
Dónde y quién compra
Más de la mitad de los productos de la pesca en el territorio nacional se adquieren en supermercados y cerca de la cuarta parte en pescaderías tradicionales, pero en ambos establecimientos menos que en 2018, mientras aumenta en las tiendas de cadenas de distribución que apuestan por bajos precios. Ahí es donde salen más barato, a una media de 8,26 euros el kilo, poco menos que los 8,33 de los supermercados. En las pescaderías tradicionales, a 9,15; en los hipermercados a 9,22 y en la venta por Internet a 10,17.
Los principales consumidores de pescado en España son los mayores de 50 años, que comen en casa una media de 31 kilos al año, más del doble que los 15 kilos que de los que tiene entre 35 y 49 años y casi el triple que los 12 kilos que compran los menores de 35 años. La clase media alta y la alta consume 28 kilos al año, la media baja-baja pasa de 22, que los roza la media, y la clase baja supera ligeramente los 20.
Triunfan la merluza fresca, las gambas y los langostinos y las conservas de atún
Casi el 13 % del dinero que los hogares españoles dedicaron el año pasado a alimentación y bebidas lo invirtieron en pescados frescos, mariscos y conservas. El informe elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación confirma que la merluza continúa siendo la estrella de los pescados frescos, pero su demanda volvió a caer, un 11 % en 2019, cuando cada ciudadano consumió 1,70 kilos, pagándola a un promedio de 7,90 euros. Más caro, a 10,18 euros, se vendió el salmón, que aun así ganó el 11 % de cuota de mercado, con una ingesta de 1,15 kilos por persona y año. Por orden, a continuación aparecen bocarte, dorada, lubina, lenguado, bacalao, atún y bonito, sardina, rape, xarda y rodaballo.
Gambas y langostinos son los mariscos preferidos, con 1,8 kilos por español y año, a un precio medio de 11 euros el kilo, seguidos de calamares y pulpo, 1,3 kilos por persona y un coste de 8,89 euros. La demanda de esos dos aumentó, al contrario que la del mejillón, que cayó casi un 10 %, con una ingesta per cápita de un kilo, vendido a 2,77 euros.
En las conservas el atún no tiene rival: durante 2019 cada español consumió 2,1 kilos, a un promedio de 8,14. El triple que los 300 gramos de mejillón, comprados a un 8,54 de media, y que los 240 de sardinas, a 7,93. Cuarto, el salmón ahumado, 150 gramos per cápita, a 25,41 euros el kilo.
