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La tripulación del Celanova, con dos gallegos, de nuevo en precario frente a Manila

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Se han quedado de nuevo sin combustible y la aseguradora aún no ha iniciado los trámites para la repatriación

25 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy se conmemora el Día Internacional del Marino y la tripulación del gasero español Celanova lo celebrará a oscuras y fondeado frente a Manila. Más de seis meses después de que la pérdida de la pala del timón los dejase tirados frente a la capital filipina, los 15 marineros -dos de ellos gallegos- continúan desamparados, sin ver resuelta su situación y de nuevo sin existencias de combustible para poder llevar una vida más o menos decente a bordo. «Luz, mañana dormiremos en cubierta otra vez», alertaba por escrito el segundo oficial del barco, Pedro Damián Esteban a la coordinadora para España de la Federación Internacional del Transporte (ITF), Luz Baz.

Es decir, que las numerosas solicitudes de entrega de suministros, pago y repatriación de la tripulación, no han obtenido, todavía, respuesta clara por parte del American Club, la aseguradora que, de acuerdo con los reglamentos internacionales, debe hacerse cargo del pago de 4 nóminas y de la repatriación de la tripulación.

El Celanova está fondeado frente al puerto de Manila desde el 17 de diciembre del 2019. Ya antes de la avería que sufrieron cerca de la capital filipina, en octubre, la armadora, la compañía española Globalgas, dejó de abonarles los salarios, alegando estar en quiebra. Llevan, por tanto, ocho meses sin cobrar, lejos de su casa y «sus familias están desesperadas y algunas sin recursos», apunta Baz.

Los tripulantes quieren regresar a sus hogares para buscar nuevo empleo y desde la ITF, tanto desde la sede de Londres, como desde España y Filipinas, han trabajado «intensamente para que los derechos de los marinos embarcados sean respetados». Y aunque hace algunas semanas, la compañía aseguradora envió algunos suministros al buque no fue hasta principios de este mes cuando American Club comunicó que asumiría su responsabilidad de pago y repatriación. Desde la ITF se hicieron las gestiones pero todavía no ha tenido respuesta. Desde allí apuntan que la mejor opción habría sido la venta del buque a alguna de las empresas que mostraron su interés, pero el banco hipotecario «parece haber bloqueado esta posibilidad» y el embargo y posterior subasta «marcarán el final del gasero español».