Bruselas insiste en su empeño de crear áreas marinas protegidas en el 30 % de las aguas europeas

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

GVA

El comisario de Medio Ambiente y Pesca apunta que cada euro invertido en sostenibilidad tiene un retorno de tres

12 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, explicó ayer a los miembros de la Comisión de Pesca de la Eurocámara las pretensiones y objetivos que la Estrategia Biodiversidad 2030 tiene desde el punto de vista pesquero, si es que es posible aislar lo que es un documento diseñado desde una «perspectiva holística» para conseguir contener la pérdida de especies y espacios naturales. Una planificación que, dijo, incluye un «instrumento fundamental para conseguir esas metas como son las zonas marinas protegidas». La intención es incrementar al 30 % esas zonas, un objetivo ambicioso, admitió Sinkevicius, pero para el que no duda del apoyo del Parlamento Europeo, no en vano ya hizo suya en enero esa propuesta.

«El 30 % es un objetivo internacional y que la UE esté por debajo lanza un mensaje bastante negativo».

Ahora bien, el comisario apuntó que el objetivo del tamaño es vacuo si no se garantiza una gestión eficaz, para lo que pidió la implicación de los Estados miembros. Como ejemplo la reserva española de Columbretes, en el Mediterráneo.

Beneficios para la pesca

Sinkevicius es consciente de que «hay quien está preocupado por lo que eso puede significar para los pescadores», pero apuntó que proteger la biodiversidad y las acciones en beneficio del aumento de los stocks solo puede traer beneficios para los pescadores. En este sentido aludió a estudios que sostienen que «cada euro que se invierte [en garantizar la sostenibilidad ambiental] tiene un retorno de tres».

 También rompió una lanza en favor de los profesionales al asegurar que «la pesca no es lo único que ejerce presión sobre el ecosistema y que nadie culpa a los pescadores del estado crítico en que se encuentran los océanos».

Eso le valió el reproche de varios eurodiputados, quienes criticaron que no se aprovechase la estrategia para ensalzar todos los pasos dados por el sector hacia la sostenibilidad y que se los obligue a competir por el espacio con otras actividades, como la energía eólica off-shore. También pidieron explicaciones sobre esa cifra del 30 %, a lo que el comisario respondió que se trata de un objetivo internacional y situar el umbral más bajo en la UE lanzaría «un mensaje negativo».