Patrocinado porPatrocinado por

Galicia sale a navegar... por provincias

E. Abuín LA VOZ

SOMOS MAR

PEPA LOSADA

No podrán alejarse más de 12 millas del punto de amarre y solo podrá completarse la capacidad de los barcos si se trata de personas que conviven en el mismo domicilio

11 may 2020 . Actualizado a las 13:02 h.

Desde que arrancó la desescalada, en esa fase 0 a la que Galicia dijo adiós este domingo, no se podía salir a navegar por ocio. O tenías un barco de la tercera lista, de esos que van por trabajo a pescar xurelos, merluzas o pulpos, o no podías más que ir al náutico a mirar la situación en que se encontraba después de seis semanas de estado de alarma sin poder ir a echarle un vistazo. A no ser que fueras deportista y practicases vela, remo, piragüismo o hicieses parapente, que podías salir de forma individual —fueras profesional, federado o aficionado—, en las franjas horarias habilitadas para practicar deporte. Ahora bien, esa actividad física solo podía realizarse dentro del municipio, por las aguas de ese municipio y entre los puertos o puntos del litoral de ese término municipal. Como mucho, entre las islas próximas, en el caso de que no estuviesen habitadas.

Con la entrada en la fase 1, la cosa cambia. Las restricciones se relajan y ya se permite navegar por placer, aunque no para traer rinchas, pues el Gobierno, contra el criterio de la Xunta, excluyó por decreto la pesca deportiva de las actividades permitidas en este tramo de la desescalada. Eso sí, la travesía no podrá ser demasiado larga. Primero, porque la navegación debe circunscribirse a las aguas de la provincia en la que esté amarrada la embarcación. Y a bordo solo podrán ir personas que tengan su residencia en un municipio de esa provincia. Además, las motos náuticas y las embarcaciones o buques de recreo no podrán alejarse más de 12 millas del puerto o instalación de amarre desde que comiencen la navegación.

Más limitaciones: el número de personas a bordo. Solo podrán subirse al barco la mitad de las personas que está permitido según los certificados de la embarcación. A no ser que se trate de personas que convivan en el mismo domicilio, pues es ese caso podrán agotar el aforo. Eso sí, en ningún caso podrán subirse a bordo más de diez personas.

Según la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (Anen), también se abre la mano con las visitas a las embarcaciones por parte de los propietarios, o las personas autorizadas por estos para comprobaciones de seguridad y mantenimiento. Así se autoriza a que sea una persona residente en la provincia en la que esté amarrada la embarcación.

Alquiler de embarcaciones

Otra de las actividades que se recuperan es el chárter náutico de motos náuticas y embarcaciones de recreo. Claro que quienes lo contraten tienen que residir en la misma provincia en la que tiene su base la empresa de alquiler. Eso sí, los navegantes tendrán que observar las limitaciones de ocupación que rigen para la actividad en esta fase.

En todo caso, deben observarse las limitaciones de tipo personal previstas para esta fase y adoptar medidas de desinfección y refuerzo de normas de salud e higiene en las embarcaciones y aeronaves. En este sentido, la patronal de la náutica de recreo, en colaboración con otras entidades, han desarrollado un protocolo propio, con medidas para instalaciones, navegantes y otros operadores para disfrutar del ocio durante la pandemia con seguridad.