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Bateeiros contra percebeiros: «Calquera día vai haber unha desgraza»

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Guardia Civil

Ambos colectivos exigen a Mar que actúe ante un conflicto que ha subido de grados, con encontronazos por toda la costa gallega en la última semana

11 may 2020 . Actualizado a las 20:20 h.

Los bateeiros no aciertan a explicar las razones, pero lo cierto es que este no es un buen año de mejilla. Lo más probable es que se deba a la cadena de temporales del invierno, que impidió que la cría se fijase a las rocas y por eso ahora no encuentran en ningún lado semilla de bivalvo que llevar para engordar en sus polígonos. «As rocas están brancas coma se lles botasen lixivia», apunta un profesional de A Illa. Tanta es la dificultad para proveerse, que a los mejilloneros de Arousa -ría que concentra más del 68 % de las bateas de Galicia- se los ha visto tanto debajo de la torre de Hércules como en los cons de Baiona. Y tanto en su rastreo hacia el norte, como en su búsqueda hacia el sur han tenido problemas. Boicots que en los últimos días han exacerbado al máximo los ánimos del colectivo, después de haberse visto acorralados en cabo Home, donde un día se encontraron atrapados entre una caravana de coches de percebeiros y un árbol talado atravesado en el acceso a los acantilados, para al siguiente encontrar una zanja cavada en el camino para impedir el paso con automóvil, y al posterior ser insultados desde lanchas en Aguiño y Sada. «Calquera día vai haber unha desgraza», advierten los mejilloneros, hartos de tener que aguantar ataques y amenazas contra la integridad física de las que, hasta ahora, han salido indemnes. Afortunadamente.

«Non pode ser que ocorran cousas como o ano pasado en Baiona, onde nos pincharon as rodas dos coches e ameazáronnos con coitelos aos bateeiros». O que «estés traballando e xente tirándoche pedras dende enriba do acantilado», exponen los afectados, que en algunos casos han tenido que desistir de la faena.

Ricardo Herbón, presidente de la principal organización de productores, Opmega, señala que estos roces no son nuevos, pero esta temporada han cobrado bríos por la situación que se está viviendo: «A xente está na casa sen ganar un peso; co confinamento non hai saída de produto, non se vende o percebe e iso enturba unha situación que sempre foi compatible».

En esa histórica convivencia tranquila incide el presidente del Consello Regulador do Mexillón de Galicia, Francisco Alcalde. La organización, que está al margen de las mesas de negociación del sector productor establecidas por la Consellería do Mar -el Consello Galego de Pesca o la Comisión do Mexillón- instó el viernes a la Xunta a actuar de inmediato para atajar la escalada de violencia, «con ameazas de morte e danos aos bens públicos», y restablecer la convivencia armónica que se venía dando desde que se colocó la primera batea en la ría, a mediados del siglo pasado.

Alcalde, como Herbón y otros productores mejilloneros, están convencidos de que lo que buscan los percebeiros que ahora están boicoteando su trabajo de recogida de semilla es asumir ellos esas labores y complementar así sus ingresos por otros recursos. «Pero nós non podemos estar a expensas de que o percebe non teña prezo e os mariscadores queiran ir á cría ou non», apuntan desde la agrupación de A Illa. Aparte de que la extracción de mejilla es algo a lo que están autorizados y no tienen por qué dejar en manos de otros colectivos, por más que existan entidades bateeiras que sí hayan llegado acuerdos con cofradías para que sus mariscadores los que surtan de cría a los bateeiros.

Protección de zonas

No es la primera vez que algún patrón mayor deja caer esa posibilidad. Como ocurrió el año pasado en la Costa da Morte. Pero no todos comparten esa idea. Es el caso de José Manuel Rosas, patrón mayor de Bueu y presidente de la Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra, que no cree que esa sea la solución al conflicto. A su juicio, es preciso «delimitar e protexer as zonas sensibles do percebe». Áreas vedadas a la extracción de bivalvo tanto para mejilloneros como para percebeiros. Porque eso sí, por más que los bateeiros porfíen que su actividad es respetuosa con el medio y que no tocan el percebe, no todos muestran la delicadeza que se debería guardar. Y si los mejilloneros dicen que jamás han tocado un percebe, los mariscadores contraatacan con fotografías de piedras completamente peladas de zonas que los percebeiros llevan meses preservando para trabajar cuando les toque.

En eso incide el patrón mayor de Cangas, Javier Costas. Al tiempo que niega que los percebeiros quieran monopolizar la extracción de mejilla, señala que lo único que se busca es proteger la Costa da Vela, de cuyo percebe viven 50 familias. Y sí, la mayoría de los productores son respetuosos, pero no falta quien, con la licencia de conseguir cría para su batea, se dedica a comerciar con ella y venderla a otros bateeiros. «É unha pequena minoría, pero fai esas xogadas». Por eso cree, como Rosas, que es preciso acotar zonas y, sobre todo, establecer un control de extracción de mejilla, como sí existe para el marisco.

Punto de encuentro

En medio de la disputa, un consenso: todos apuntan con el dedo a la consellería acusándola de pasividad, ya sea por no garantizar el derecho de los bateeiros a extraer mejilla, sea para sentarse a negociar, mapear zonas y crear áreas restringidas a los bateeiros. Mar, por su parte, señala que está haciendo «un seguimento da situación» y que desde hace tiempo que trabaja con los dos sectores para resolver rencillas. Pero no con la presteza que exigen ambos bandos. El mismo Costas lo dice: «Pode haber un problema serio; non se pode esperar a que haxa unha morte». Ahí lo dejan.

3.500 kilos por batea y temporada

La mayor parte de la semilla que cultiva en Galicia procede del medio natural. Aunque las bateas tienen instaladas cuerdas colectoras para recoger la cría del bivalvo que crece en ellas, no se agarra la suficiente como para soportar una cosecha. Por eso la Xunta autoriza a los bateeiros a recoger mejilla en casi toda la costa gallega.

límite

Cantidad. En cada período de extracción los productores pueden extraer un máximo de 3.500 kilos por batea. Los mariscadores señalan, que a diferencia de ellos, que tienen que pasar por un punto de control y se vigila que los kilos coincidan con lo que se vende en lonja, los bateeiros no tienen que someterse a esa revisión y nadie lleva el recuento.

temporada 

Período. Los productores pueden recoger cría entre el 1 de diciembre y el 30 de abril, aunque se puede prorrogar un mes más si las condiciones meteorológicas han sido adversas. Las cofradías critican que ese período de prórroga se otorgue ahora casi por defecto, sin que desde la Administración valoren la interferencia con otros recursos.