La alta cocina sale al rescate de la flota animando a comer pescados frescos

La alta cocina ha salido al rescate del sector pesquero, que asiste entre impotente y atónito y del todo desconcertado a un desplome de la demanda y de los precios. Igual que las cotizaciones en las lonjas continúan en una montaña rusa, con subidas, llanos y bajadas, la clientela de las pescaderías no acaba de asentarse, ni siquiera en la anormal afluencia provocada por el confinamiento. Aunque parece que el mercado tiende a regularse y el descalabro lo es, pero ya no tanto al disminuir la oferta por el amarre de barcos y la reducción de importaciones, el sector pesquero ha encontrado en los chefs influencers para su producto.

 El primero el del mar, Ángel León, que en días pasados salió en defensa de un sector que en su mayor parte continúa trabajando para proveer a los mercados de alimentos frescos, saludables y sanitariamente seguros: «Hacemos un llamamiento a la población para que la atención sea recíproca, de manera que si los pescadores trabajan para abastecer a los ciudadanos, que estos compren pescado fresco». La estela del gaditano fue seguida por otros cocineros, como Pepe Solla o Javier Olleros, para finalmente hacerlo todo un colectivo como es el Grupo Nove.

Los chefs aconsejan «consumir peixe nestes días nos que é fundamental coidar a nosa alimentación». Además de recordar todas las propiedades que reúne el pescado y su contribución a la hora de reforzar el sistema inmunológico, los expertos en fogones recuerdan su bajo contenido en calorías, que en momentos como los actuales, en los que el confinamiento aboca al sedentarismo y el aburrimiento alienta a los paseos hasta la nevera, es de sumo interés.

El colectivo también ofrece consejos para organizar la compra de forma que incluya pescado fresco y, por supuesto, recetas para «facer o menú diario máis divertido e apetecible» que colgarán en los perfiles del Grupo Nove en Instagram y Facebook.

Así, los chefs dicen que «o ideal é levar peixe fresco para consumir nese día e no seguinte e tamén mercar peixe para conxelar e así ter cuberta a súa inxesta durante bastantes días». Otra recomendación: adquirir pescado azul para el menú del día y llevárselos planos o blancos para meter en el congelador». Además, el arsenal se puede completar con conservas de productos pesqueros, también muy versátiles. 

El apoyo de las pescaderías

Esenciales en la cadena del sector, las pescaderías tradicionales siempre son el gran y el mayor aliado de los armadores y tripulantes. Como ellos, gran parte de los pescaderos tradicionales continúan al pie del cañón, adaptándose a las circunstancias y cumpliendo su compromiso de acercar a los consumidores los productos del mar frescos. Calcula Fedepesca, la asociación española que habla en nombre de unas 10.000 tiendas y unos 25.000 profesionales, que su facturación se ha reducido una media de un 30 %, aunque en algunos casos alcanza el 70 %. Con la hostelería cerrada, han perdido a clientes que habitualmente representan la quinta parte de sus ingresos. Y tienen pendiente de cobro los suministros previos al confinamiento que obligó a cerrar a los restaurantes.

Pese a todas las dificultades, las pescaderías tradicionales se reivindican como el eslabón del comercio «que está manteniendo el consumo de pescado fresco, que en otros formatos comerciales ha bajado en beneficio de otras categorías», subrayan desde Fedepesca.

Pasan apuros, pero continúan «abiertas, acercando los productos pesqueros a los consumidores, ofreciendo soluciones como la compra on-line, por teléfono, whatsapp, el envío a domicilio e incluso, en ocasiones, haciendo de compradores de otros productos para las personas mayores».

Por salud y por economía, chefs y pescaderos se alían con el sector pesquero para capear la crisis del COVID-19.

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