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La flota gallega exige reducir el canon y reabrir la pesca de pulpo en Mauritania

Redaccción | La Voz

SOMOS MAR

Ministerio de Agricultura y Pesca

Planas reclama un acuerdo justo a las puertas de la quinta ronda negociadora

10 mar 2020 . Actualizado a las 12:26 h.

Rugen los motores de los palangreros gallegos tras la visita del ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, a Mauritania. Su periplo por el país africano se cerró ayer con la promesa de alcanzar lo antes posible un acuerdo para garantizar el acceso de la flota comunitaria a sus aguas antes de que expire -a mediados de noviembre- el actual protocolo, ya prorrogado. Un compromiso que no sacia el hambre de la flota galaica. «Si no se cierra para junio o julio y se alargan los trámites, la flota podría verse obligada a abandonar el caladero», advirtió ayer el director gerente de Opromar, Juan Carlos Martín.

Ese es solo uno de los múltiples problemas que quedan todavía por resolver a escasas dos semanas de que arranque la quinta ronda de negociación entre la UE y Mauritania en Bruselas. Mientras tanto, la flota gallega insiste en sus demandas: Nada de sacar la cartera hasta que no haya mejoras sustanciales en el contrato.

Esas condiciones pasan por rebajar el precio del canon de acceso de los 90 euros a los 70, aumentar las posibilidades de pesca para la merluza por encima de las 6.000 toneladas al año, el acceso de la flota a aguas más cercanas a la costa, libre elección de la tripulación y el retorno a la pesca del pulpo ahora que hay excedente: «La puerta está abierta para reabrir esta pesquería y queremos que la UE lo solicite», explica Martín, antes de señalar que los informes científicos son claros al respecto: las poblaciones del cefalópodo se han recuperado en los últimos años y tanto los chocos como los calamares están subexplotados.

Otro de los asuntos que todavía están por resolver es el futuro mecanismo de salida exprés en situaciones de bloqueo fronterizo. El cierre de carreteras en el país africano echó a perder miles de toneladas de pescado fresco en el 2019, provocando una merma total de ingresos de 300.000 euros por buque, según cálculos del sector. Hasta once barcos gallegos de Ribeira, Marín y Muxía se vieron afectados.

Reforzar posición

El ministro Planas pidió a su homólogo mauritano, Nani Ould Chrouga, un acuerdo justo y ambos acordaron «reforzar la posición de España en materia de pesca y abordar las preocupaciones de la industria pesquera española» que faena en ese caladero, según confirmó el Ministerio en un comunicado. No obstante, no ha trascendido ningún movimiento en positivo de Nuakchot. La flota cree que en los flecos, en los pies de página y anexos será donde se jueguen el grueso de un negocio que, aseguran, cada vez es menos rentable. Los armadores se quejan de los costes de licencia, de transporte y las pérdidas ocasionadas en su actividad por las interrupciones al transporte por carretera. A eso se suma la posibilidad de que toque menos cuota a repartir entre más barcos. Por ello exigen reducir las licencias de pesca de merluza de seis a cuatro, que son los buques, todos de Marín, que actualmente pescan ese gadiforme.