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Galicia pide audiencia a Ribera para atajar dudas sobre el uso de la costa

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

MARTINA MISER

Critican que la vicepresidenta use el partido para informar a través de sus adláteres

18 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La exhaustiva explicación que la vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, envió a los conselleiros de Mar, Medio Ambiente y Economía, sobre las reglas que regirán las concesiones en la costa con fines industriales «no ha arrojado más claridad y certidumbre en un asunto de vital importancia para Galicia», suscriben Rosa Quintana, Ángeles Vázquez y Francisco Conde en una nueva misiva, remitida por correo electrónico.

En esa epístola, los tres piden audiencia a Ribera porque quizá en ese cara a cara pueda surgir un diálogo que permita «clarificar los fundamentos normativos» de la Ley de Costas y su reglamento, así como los argumentos que basan las últimas interpretaciones de la norma, porque, desde luego, ni la carta de Ribera, ni las tres que antes remitió el secretario de Estado de Medio Ambiente, han podido tranquilizar el Ejecutivo gallego, dicen. Al contrario, solo ha generado más dudas, sobre todo por esa «referencia a la paralización del proceso de modificación del reglamento de Costas» que no encaja muy bien con el hecho de que en octubre se convocase al grupo de trabajo del litoral (GT-GIL) para plantearle una propuesta de reforma. Texto que no conocen, puesto que la información sobre el procedimiento ha sido «descolgado de la página web», reprochan. Al mismo tiempo, critican también que esa presunta suspensión del proceso llegase a conocimiento de Galicia «a través de cargos del partido que sustenta al Gobierno y no de responsables de la Administración General del Estado», verbigracia, su departamento.

Nueva interpretación

Y si el proceso de reforma está parado, el desconcierto es aún mayor, dicen los conselleiros. Porque no se entiende que, no habiendo cambiado nada en el plano legal, haya dos empresas en problemas para seguir en la ribera del mar. Eso quiere decir que no es necesario modificar nada; que la «interpretación hiperrestrictiva del reglamento» que se está haciendo es suficiente para que las empresas de la cadena mar-industria estén temblando ante una posible expulsión.

Así que ante las nuevas «dudas, preocupaciones e inquietudes en el sector», lo mejor sería sentarse en una mesa y recibir una «aclaración segura y transparente». Es decir, tener esa reunión que, según la carta, le piden por quinta vez. Consideran que ese encuentro es la única forma para evitar confusiones como la que ha llevado a mezclar cuestiones como la emisión de títulos habilitantes y las concesiones de ocupación en materia de cultivos marinos, aspecto este último en el que Transición Ecológica tiene competencias exclusivas. Con esto, los conselleiros aluden a que desde ese departamento llegó a asegurarse que había sido la Consellería de Mar la que fijó la caducidad de la concesión de Tres Mares para el 2021, cuando la fecha fue dictada por el ministerio. Por último, los conselleiros recalcan que comparten la preocupación de Ribera por el valor ambiental de la costa gallega, pero apuntan que la sostenibilidad tiene tres patas y también hay que ponderar las cuestiones sociales y económicas. Y puede que mejore el paisaje si se retiran de la costa Paquito en Boiro o Tres Mares en Lira, pero a ver qué ocurriría con los más de 200 empleados que tienen y la riqueza que generan con su facturación en sus respectivos concellos.