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El IEO paraliza su flota por falta de fondos para víveres, tripulantes y gasoil

E. Abuín REDACCIÓN

SOMOS MAR

XOAN CARLOS GIL

En algunos centros del instituto la asfixia financiera es tal, que hasta tienen fiado el papel higiénico

14 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Si malo es tener poco presupuesto, peor es no poder hacer uso de él por problemas burocráticos. Si es que es realmente el papeleo lo que está detrás de las dificultades que han llevado a la dirección del Instituto Español de Oceanografía (IEO) a dar la orden a toda la flota de poner rumbo a sus puertos base por falta de fondos para financiar víveres, combustible y a la tripulación de las campañas de investigación. Porque se trata de una institución pública, que si no «el IEO estaría en suspensión de pagos y con un administrador concursal», decía en Twitter un investigador de la plantilla destinado en Cádiz. Es más, en el centro de Baleares agradecen a la empresa suministradora que les haya fiado el papel higiénico, aún «a sabiendas de que es una incógnita cuándo va a cobrar».

La plantilla de la entidad que desde 1914 investiga el océano ha estallado por «la incapacidad del organismo en la gestión de sus fondos». Ayer tomó las redes sociales con mensajes que denuncian la quiebra técnica, el colapso financiero, la falta de liquidez o eso que sea que está haciendo que no se pueda trabajar en condiciones. Pues si lo del papel higiénico puede parecer una anécdota, ya no lo es tanto que el buque oceanográfico Lura, adscrito al centro de A Coruña, no haya podido ir al varadero hasta ahora «por no tener dinero para pagar la reparación rutinaria». Ni que estén en riesgo proyectos cofinanciados con otras instituciones. Ni que haya problemas para atender el mantenimiento de los cultivos acuícolas. Y muchos menos que tengan que volver a puerto las embarcaciones del IEO —en su página web habla de una veintena y 4 oceanográficos— en tanto se realizan por el procedimiento de urgencia los trámites para disponer de combustible y víveres para la tripulación. Menos aceptable es que la dirección del IEO dé por hecho que buques como el Ángeles Alvariño o el Ramón Margalef, que han puesto rumbo a Vigo, tengan que estar parados tres meses, dado que ese es el tiempo que prevé que tardará en resolverse este expediente.

Francisco Rodríguez, del IEO de Vigo, señala que el bloqueo se remonta al pasado mes de septiembre, supuestamente porque se agotó el presupuesto. Y a estas alturas del año «no se ha abierto el ejercicio económico, por lo que hay un montón de expedientes que no se han atendido, ni aprobado» y ya hay dificultades para comprar material de laboratorio, realizar mantenimientos y reparaciones...

Falta de personal experto

El mayor problema, a su juicio, es la gestión, tanto en lo que se refiere al dinero como también al personal. Y algo de eso debe haber cuando la secretaria general del organismo, según un documento interno, habla de «problemas estructurales que afectan tanto a la escasez de funcionarios como a la carencia de puestos de unas cualificaciones profesionales que son fundamentales para poder hacer una gestión eficiente». Eso, al margen de «la insuficiencia presupuestaria», otra causa de «la dificultad de tramitación de determinados expedientes».

Vale que el IEO ya ha tomado medidas mediante «una reestructuración del personal» y un refuerzo con funcionarios cualificados de otras instituciones o del Ministerio de Ciencia, al tiempo que está tramitando un «suplemento presupuestario, con cargo al remanente de tesorería del IEO, y de una generación de crédito procedente de ingresos que alivie la situación presupuestaria». Pero no se puede seguir así. Este bloqueo ya se vivió en el 2018 y provocó que más de 300 investigadores firmasen un manifiesto en defensa del IEO. Desde entonces, la cosa ha ido a peor, dicen. De hecho, afirman que el IEO ha renunciado a participar en la convocatoria de personal técnico de apoyo por las dudas de si el instituto podrá hacer frente a la parte que le toca en los proyectos cofinanciados. Y esto es «la primera vez que ocurre».