Activistas denuncian la extracción masiva de harina de pescado para alimentar la demanda europea
18 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El buque Derya Aytekin atracó en el puerto de Gulluk (Turquía) el pasado 6 de noviembre. Lo hizo con las bodegas llenas de bolsas blancas de harina de pescado procedentes de los territorios ocupados por Marruecos en el Sáhara Occidental. Lo pudieron certificar miembros del WSRW, una red de activistas que siguen el rastro a todos los recursos que se extraen de las zonas bajo control marroquí. Según la organización, el cargamento de harina es el decimoquinto que sale este año a bordo del buque desde El Aaiún y uno de los muchos que se han podido notificar desde otros puertos del Sáhara Occidental, como recoge FIS.
El destino de la mercancía tiene como protagonista a una de las fábricas más importantes de Turquía: Gümüsdoga. La empresa dispone de equipamiento para pienso y harinas de pescado además de granjas de jaula donde crían lubina y dorada. El negocio es jugoso porque con la materia prima que extrae de los territorios ocupados alimentan a los peces con los que acaban abasteciendo, en fresco o en congelado, a la Unión Europea, su gran cliente.
Mercado europeo
Según las cifras del Observatorio Europeo del Mercado de la Pesca y la Acuicultura (Eumofa), Turquía fue en el 2017 el principal proveedor de estas dos especies comerciales a la UE. De las 51.208 toneladas de lubina y dorada importadas ese año, alrededor del 98 % tenían sello turco. Un volumen sin parangón en los registros históricos. Así, el país otomano ha logrado desplazar a Grecia como principal proveedor de Europa en apenas dos años. Gümüsdoga no es la única empresa a la que han denunciado por recurrir a recursos del Sáhara Occidental. La organización también apuntó a empresas en Alemania.
«Marruecos ha desarrollado una gran industria de harina y aceite de pescado en el Sáhara Occidental para empresas acuícolas internacionales. El comercio emplea a colonos marroquíes en el territorio ocupado. Contribuye a apoyar financieramente y a legitimar políticamente la ocupación militar de Marruecos. Las importaciones turcas están financiando directamente la ocupación», denuncian.
Acuerdo de hermandad
La polémica ha salido a la luz la misma semana en la que la Xunta y las autoridades pesqueras turcas sellaron un acuerdo de hermandad para asesorar a la industria otomana a cambio de un buen posicionamiento de Galicia en su mercado.