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Galicia tampoco logra avances para que la flota de Mauritania descargue en Dajla

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

La frontera está bloqueada y los barcos que siguen en el caladero temen perder la carga

30 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de una corta tregua, que permitió el paso tras diez días de bloqueo, la frontera de Mauritania vuelve a estar atascada. Largas hileras integradas por decenas de camiones con mercancías diversas vuelven a formar parte del paisaje del desierto del Sáhara, donde un grupo de personas han colocado jaimas a modo de puestos fronterizos y cortado con piedras, palés y automóviles el paso hacia Marruecos, ruta obligada del pescado capturado por la flota gallega rumbo a sus puntos de venta habituales, previo paso por el PIF (punto de inspección fronteriza) de Algeciras.

Y aunque buena parte de la flota ha abandonado aguas mauritanas para faenar en Marruecos, todavía queda flota en el país africano que ya está temiendo el momento en que tenga que enviar las capturas a España. También están desazonados los merluceros que se han trasladado a Dajla, pues en vista de las condiciones impuestas van a tener que regresar en un mes y volver a padecer los mismos problemas.

Por eso insisten en la urgencia de que la UE y Mauritania autoricen a la flota a abandonar el caladero con pescado capturado en Mauritania para poder descargarlo en el puerto más cercano, que sería precisamente el de Dajla, y salvar así el paso fronterizo.

Con ese objetivo, la organización de palangreros Orpal, que agrupa a embarcaciones de Ribeira y Marín, se reunieron la semana pasada con la conselleira de Mar, Rosa Quintana, a la que expusieron su preocupación y solicitaron su ayuda para resolver las dificultades en la frontera mauritana.

Gestiones fallidas

Pero, según expuso la responsable gallega, sus gestiones han sido tanto o más infructuosas que las de las organizaciones afectadas, ya que, aseguró, sus trámites para solventar la situación comenzaron hace más cinco meses y a la vista está que tampoco han dado frutos. «A consellería ven traballando dende febreiro deste ano, momento no que se empezaron a intensificar os cortes na estrada entre ambos países», explicó la Xunta en un comunicado.

Quintana envió tres cartas a Pesca y mantuvo en febrero una reunión con Aguiar Machado Las gestiones de Quintana se sustanciaron en varias cartas enviadas a la secretaría general de Pesca, Alicia Villauriz, la primera hace más de cinco meses, solicitando la mediación del Ministerio de Agricultura y Pesca, «entre Marrocos e Mauritania e a demanda á Comisión Europea do establecemento de medidas transitorias e excepcionais, como a validación da realización de descargas de peixe no porto de Dajla por parte dos buques afectados», explicó. La conselleira volvió a escribir a Villauriz en otras dos ocasiones en fechas más recientes.

Esa misma solicitud fue trasladada por Quintana en persona al director general de Asuntos Marítimos y Pesca (DG-Mare), João Aguiar Machado, en una reunión que mantuvo con él en Bruselas en febrero pasado. Pero la Comisión no movió ficha hasta este mes, en el que el Ejecutivo comunitario organizó un encuentro con el ministro de Pesca mauritano, antes de enviar sobre el terreno a una delegación para analizar el problema.