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El pescado de la flota gallega se pudre en medio del Sáhara tras 9 días de bloqueo

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

La flota se reúne hoy con el ministro de Pesca mauritano y la UE para tratar de desbloquear la situación

18 jul 2019 . Actualizado a las 12:54 h.

Después de ocho días retenidos -se cumplían ayer- en la frontera de salida de Mauritania, donde varios grupos de personas con reivindicaciones indefinidas impiden el paso a decenas de camiones, toneladas de merluza negra y palometa en su día fresca están ya podridas en el interior de los remolques. «Esa carga hay que destruirla», señala la armadora María José de Pazo, que señala que tras el tiempo transcurrido ya no sirve ni para harina.

Eso, en dirección a España, dado que las capturas no han podido llegar a las lonjas de Cádiz y Vigo, donde se comercializan la merluza negra y la palometa, respectivamente. Pero en sentido Nuakchot también hay problemas. Son ya varios los barcos que están fondeados en el puerto de Nuadibú a la espera de que puedan llegar los camiones con cajas vacías para poder enviar el pescado a sus mercados.

Y en medio, en el meollo del atasco, la cuestión también está tirante. Los transportistas están cansados de estar «tirados en medio del desierto sine die», sin saber cuándo los insurgentes levantarán el paso en la frontera y podrán seguir circulando. «Los chóferes ya no quieren hacer esa travesía», apunta la armadora marinense. Porque, además, permanecer allí es peligroso. Por la noche intentan robarles y los transportistas tienen que hacer turnos de vigilancia para evitarlo.

«Les pedimos que aguanten, que pronto se va a solucionar el atasco, pero ya son muchos días y ya están cansados de trabajar en estas condiciones». Desde las casas armadoras «ya no sabemos más qué hacer», dice De Pazo.

Reunión definitiva

Esta, como los otros once armadores -tres ya han amarrado los pesqueros-, fía sus últimas esperanzas a la reunión que hoy mantendrán con el ministro de Pesca de Mauritania, personal de la Embajada española y representantes de la Comisión Europea. La intención, según explican los afectados, es «pedir que se derogue el desembarque obligatorio en los puertos mauritanos» y permitir salir a los barcos rumbo a otros puertos, como el de Dajla, para evitar el paso por carretera.

De Pazo confía en que las autoridades sepan explicar bien la magnitud de lo que está en juego y de lo perentorio que para la flota conseguir esa autorización. Una licencia que, según trasladaron fuentes diplomáticas de Mauritania a los representantes del sector, estarían en disposición de otorgar. Si a eso se suma que las autoridades marroquíes también han comprometido su permiso para que los barcos descargasen en Dajla, no tendría que haber problema para remover los obstáculos que ahora hacen que el pescado se esté pudriendo en medio del desierto.

Así las cosas, los armadores confían en que hoy pueda quedar resuelto el problema y los barcos que ahora están fondeados saldrían rumbo a puertos marroquíes.