España lo consigue: modernizar la flota sin aumentar capacidad de pesca

El futuro Fondo Europeo de Pesca no aumentará la capacidad de pesca pero sí se podrán usar fondos para modernizar los barcos. Era lo que deseaban países como España, Italia o Francia, en su intento de hacer atractivo el sector a futuros pescadores, frente a la postura del comisario de Asuntos Pesqueros, Karmenu Vella, defensor del mantra «sobran pescadores y faltan peces». Los críticos temen que unos subsidios demasiado generosos supongan un aumento de la capacidad pesquera y, con ella, un peligro para la sostenibilidad de los recursos. Sin embargo, el ministro de Pesca en funciones, Luis Planas, aseguró durante el debate que esa sostenibilidad de la que hace bandera la Comisión también debe «preservar» la vida de «nuestros pescadores», porque la primera sostenibilidad «es la humana».

Así las cosas, el acuerdo previo de los Veintiocho sobre la gestión de los fondos pesqueros para el periodo 2021-2027 da «mayor flexibilidad» y «capacidad de adaptación» a los Estados miembros frente al actual instrumento vigente (2014-2020), «excesivamente rígido», apuntaron desde el Ministerio. Según la Xunta, los retrasos en la ejecución de los fondos de pesca se deben a la enorme carga administrativa que tienen que afrontar empresas, asociaciones y particulares a la hora de pedir las ayudas. Muchos, ni lo intentan. «Este acordo está un pouco máis centrado na liña defendida por Galicia», reconocieron este martes desde la Consellería do Mar, satisfecha con los avances que supone respecto a «cuestións que sempre demandamos, como a posibilidade de realizar melloras a bordo, algo que pode ter moita influencia na consecución do relevo xeracional, así como na disposición de medidas de seguridade e na mellora da eficiencia enerxética coa posibilidade de apoiar os cambios de motores», explicaron.

Las mejoras incluidas en la propuesta de Bruselas «avanzan por el buen camino», añadió Javier Garat, secretario general de la Confederación Española de Pesca (CEPESCA), para un país, España, cuya flota tiene una edad media de 32 años y donde más de 2.500 barcos pasan ya de los cuarenta. «Mejorar las condiciones laborales a bordo, la habitabilidad, la clasificación y conservación de pescado..., será bueno para todos, para los trabajadores y para el producto final» asegura Garat.

Ahora, este acuerdo deberá ser negociado a tres bandas (Parlamento, Consejo y Comisión Europeos). Mar confía en que incluso se pueda llegar a nuevos pactos que recojan las peticiones gallegas.

El Parlamento pide mejorar los intercambios de cuota en favor de la flota gallega   

La cámara gallega pidió este martes mejorar la regulación de los intercambios de cuotas para un mayor aprovechamiento de las posibilidades de pesca en favor de la flota gallega, y de forma que las artes menores no salgan perjudicadas.

Con esta propuesta se pretende «paliar problemas ligados a la obligación de desembarco» y «dar un paso adelante en casos» como la anchoa. La proposición no de ley reclama una mejora de la cuota de esta especie en la zona IX-a para la flota de cerco del Cantábrico y Noroeste, y la revisión de la asignación por flotas de otras especies como el besugo y la palometa roja; además de una mejora de asignación de especies con presencia como pesca accidental y alto aprovechamiento comercial, tales como el atún rojo y el pez espada.

Marrajo

En la comisión de Pesca salió adelante otra iniciativa en la que la Xunta llama la atención sobre el «quebranto» que para Galicia supone la especial protección para el marrajo. Éste representa el 10 % de las capturas anuales de la flota palangrera gallega, que perdió en los últimos años 70 buques. Entre el 2016 y el 2017, las ventas de marrajo alcanzaron un valor de entre ocho y diez millones de euros.

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