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La flota congeladora gallega volverá a faenar en Guinea Bissau tras casi dos años de suspensión

L. Vidal REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

CAPOTILLO

Dieciséis barcos de Marín, Bueu y Vigo regresarán el 1 de julio al caladero

18 jun 2019 . Actualizado a las 00:04 h.

Sus idas y venidas en aguas africanas darían para una película. En el 2012, un golpe de Estado en Guinea Bissau obligaba a la flota gallega a abandonar el caladero por falta de seguridad, justo cuando se acababa de firmar el nuevo acuerdo de pesca. Ese mismo año, otras puertas se cerraron a sus redes, las de Mauritania, de donde fueron expulsados.

Cuando expiró el acuerdo pesquero con Marruecos, la opción del Sahara también se acabó. «Hubo que adaptarse a lo que había y hoy somos los únicos buques cefalopoderos que no podemos pescar cefalópodo», aseguran desde Anacef (Asociación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Cefalopoderos). Ante la imposibilidad de recoger calamar o sepia, -solo en Guinea Bissau se puede capturar algo de pulpo en ciertas épocas del año-, tocaba reconvertir capturas: «Nos dedicamos a pescar jurel y meluza, fundamentalmente, y luego algunas especies menores como salmonete o pluma», explica su presidente Francisco Freire. 

Desde noviembre del 2017 -momento en que queda suspendido el acuerdo de pesca entre la UE y Guinea Bissau-, los buques congeladores han ido probando suerte, picando de aquí y de allá, en Angola, Senegal, Mauritania o Guinea Conakry. «Hasta el 14 de junio del 2018 cinco barcos estuvieron por Marruecos, otros seis en Mauritania hasta marzo de este año. Algunos, con licencias privadas, pudieron pescar algo en Guinea Conakry, y otros dos barcos faenaron en Senegal», recopilan desde Anacef. 

Y ahora, por fin, llega la ansiada estabilidad. El próximo 1 de julio podrán volver a pescar en Bissau. Este sábado se firmaba el nuevo convenio entre el país africano y la UE, que tendrá una vigencia de cinco años. De él se beneficiarán 54 buques españoles, de los cuales dieciséis tienen intereses gallegos. «Nos hace muchísima falta volver a faenar. Ha tardado muchísimo. Ha sido tremendo», admiten en Anacef.

Según el Ministerio de Pesca, el nuevo convenio contempla aspectos positivos para la flota, como la creación de una nueva modalidad de arrastreros de pequeños pelágicos, lo que eleva las opciones de actividad de los buques respecto al protocolo anterior. «Más que mejorar condiciones, digamos que se mantienen las que había, que ya es bastante, teniendo en cuenta que casi siempre son peores cuando se firma un nuevo convenio pesquero, en forma de más trabas y limitaciones», reconoce Freire. 

Además, se mejoran los límites para las capturas accesorias y se establece una obligación de contribución en especie para la seguridad alimentaria, además de aumentar en una unidad el número de marineros guineanos que pueden embarcar por buque.

«Teniendo en cuenta que en Mauritania se acabó la cuota, que al acuerdo con Marruecos está firmado pero sin iniciarse, que en Gambia tampoco hay actividad, en este momento los barcos ya no tenían adónde ir, así que es un alivio tras dos años francamente complicados», concluye el presidente de Anacef.