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Galicia peleará para que ninguna flota pueda cortar la aleta al tiburón

E. Abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

La Xunta encarga un estudio sobre los costes de la política de extremidades adheridas para exigir una armonización de la normativa

12 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La Xunta no renuncia a que, como la gallega, todas las flotas del mundo tengan que asumir la política de aletas adheridas, que prohíbe cortar las extremidades del tiburón a bordo. «A nosa postura segue a ser firme na idea de solicitar a harmonización normativa», dijo ayer Mercedes Rodríguez, secretaria xeral de Pesca. Esta avanzó que la Administración autonómica ha encargado al departamento de Economía Aplicada de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) «un estudo que relate o custe desta medida sobre a flota, buscando poñer negro sobre branco á necesidade de obter un mesmo terreo de xogo para estas embarcacións».

Rodríguez hizo el anuncio en Vigo, donde se reunieron los impulsores del proyecto FIP Blues, de mejora de la pesquería, para aprobar su plan de acción para los próximos cinco años.

Diferenciar productos

Que el sector ha hecho esfuerzos titánicos es innegable. A regañadientes, sí, pero ha tenido que atravesar un camino de espinas en el que se ha dejado parte de su rentabilidad. Entonces, ¿por qué no sacar provecho y emplear esa desventaja competitiva para diferenciar sus productos, precisamente, de aquellos que han sido obtenidos con prácticas no sostenibles? Ese es el razonamiento que alumbró FIP Blues, el primer proyecto mundial de mejora pesquera que incluye al tiburón y al pez espada. El plan permitirá «proyectar a nivel internacional las mejores que se han realizado» y hacer visible «que somos un referente a nivel mundial», señaló Edelmiro Ulloa, gerente adjunto de la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi). Arvi es, a través de la OPPC-3, uno de los impulsores del FIP Blues, junto a la asociación de comercializadores Anecteam, las organizaciones de productores de Marín, A Guarda y Lugo, (Opromar, Orpagu y OPP-7, respectivamente), una alianza inédita del sector que representa ya al 95 % de la flota de palangre y al 80 % de la cadena de suministro.

La hoja de ruta para el próximo lustro está marcada por aspectos que, según la preevaluación realizada, debe mejorar el sector para alcanzar la excelencia. Desarrollar una estrategia de capturas y de gestión es una de las tareas, como también lo es continuar proporcionando datos fiables de capturas y de las interacciones con otras especies, sobre todo si se avistan ejemplares en peligro de extinción o protegidos. Otro reto es aumentar la cobertura de observadores a bordo y proporcionar más y mejor información científica fiable y, por supuesto, trasladar a la opinión pública lo que se está haciendo.

Contra la desinformación

FIP Blues, a juicio de sus impulsores, debe ser «la herramienta idónea para desmentir informaciones, a veces interesadas, sobre la pesca de tiburón, en la que los productores llevan años trabajando para desarrollar políticas de sostenibilidad». Sirva de ejemplo que ha tenido que acatar las medidas contra el finning -quedarse con la aleta y descartar el cuerpo del escualo- y que es la única flota que no pesca tiburón zorro, ni el martillo, ni marrajo sardinero y ni blanco.