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España pelea para evitar que la flota gallega se «estrangule» en Gran Sol

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

SOMOS MAR

Varias oenegés reclamaron a los ministros que atiendan a la sostenibilidad biológica a la hora de fijar cupos
Varias oenegés reclamaron a los ministros que atiendan a la sostenibilidad biológica a la hora de fijar cupos OLIVIER HOSLET / EFE

Flotas del norte se resisten a ceder cuota por miedo a perder privilegios históricos

18 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Quién le iba a decir a España en el 1986 que su adhesión a la entonces Comunidad Económica Europea (CEE) dejaría a la flota gallega 32 años después al borde del amarre? La otrora imponente flota de los 300 ha ido menguando poco a poco hasta reducir a la armada galaica que faena en Gran Sol (81 %) a menos de un centenar de buques. Y su futuro en esas aguas bravas no está garantizado.  

El veto a los descartes entrará en vigor para todas las pesquerías el 1 de enero. Todo lo que pesquen los palangreros y arrastreros en esa zona deberá desembarcarse. Un problema para los gallegos que van a por merluza pero acaban con bacalao, merlán o solla en sus redes, especies para las que Bruselas quiere un total admisible de capturas (TAC) cero. ¿Qué pasa con el famoso carbonero que utilizan los británicos para su fish&chips? Por razones históricas, España no dispone de cuotas, como tampoco para el ochavo o el pejerrey. Si la flota sale a pescar a partir del 1 de enero del 2019 y capturan accidentalmente ejemplares de estas especies, se verán obligados a cesar la actividad. Y eso es lo que el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, quiere evitar a toda costa. 

El valenciano aterrizó este lunes en Bruselas para sumergirse en las negociaciones de cuotas de pesca más complejas de los últimos años. No solo por la prohibición de los descartes. También se acerca el 2020, la fecha límite para explotar todos los stocks en rendimiento máximo sostenible (RMS) y el brexit está avinagrando las conversaciones. «Será un Consejo singular y complejo. Defenderé firmemente los intereses del sector pesquero español», anticipó Planas.   

Capturas accesorias

«Necesitamos tener una cantidad con la que cubrir descartes. Tener acceso a la bolsa es una línea roja», aseguran fuentes ministeriales. España no consentirá que se la excluya de la bolsa de cuotas accesorias creada por la Comisión para que la flota de Gran Sol pueda seguir pescando aunque capturen bacalao, merlán y solla. No solo eso. La prohibición de los descartes ha cambiado las reglas de juego, complicando la vida a la flota gallega que tuvo que renunciar a pescar ciertas especies durante la adhesión a la CEE. Planas quiere enmendar esa injusticia reclamando mini cuotas

España necesita 200 toneladas de carbonero y 100 de bacalao, entre otras cosas. Pero países como Bélgica, Francia, Reino Unido, Holanda, Alemania y Dinamarca se resisten. Tienen miedo de que esto suponga cambios en la clave de reparto que conduzcan a una pérdida de privilegios: «La estabilidad relativa la toman como palabra de Dios», se quejan las citadas fuentes. Añaden: «Cuando algo es escaso, la gente se pone nerviosa y si no tiene que ceder, mejor». «Nós seguimos insistindo no principio de que ningunha especie pode facer que se deixe de desenvolver a actividade pesqueira», defendió este lunes la conselleira do Mar, Rosa Quintana, que representa a las comunidades autónomas.  

Intercambio obligatorio

Planas busca margen de maniobra para poder convencer a sus socios de la necesidad de fijar un mecanismo «permanente y obligatorio» de intercambio de cuotas entre Estados miembro antes de fin de año.

Mejores perspectivas le espera a la flota del litoral. Para la mayoría de los stocks de rape y jurel se esperan subidas respectivas del 2 % y el 18 %. Bruselas propone, eso sí, un recorte del 14 % para el de merluza sur para alcanzar el RMS en el 2019, como pactó con España. No obstante, el Gobierno continúa negociando para que en el cálculo del RMS se aplique el rango de mortalidad más alto. De este modo, la flota podría ver un vuelco y beneficiarse hasta de una subida de más del 3 %.