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Galicia busca aprovechar el sargazo de las playas para alimentar ganado y peces

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

Las mariscadoras de A Illa forman cadenas humanas para retirar las algas de las playas
Las mariscadoras de A Illa forman cadenas humanas para retirar las algas de las playas OSCAR VíFER

Un proyecto coordinado por Anfaco cuantifica en 3.300 toneladas las avenidas de algas

05 jul 2019 . Actualizado a las 19:01 h.

Las mareas verdes, esas que de vez en cuando escupe el mar y que dejan tapizados los arenales en los que crecen los bivalvos, traen de cabeza a los mariscadores. A unos más que a otros, pues esas avenidas masivas de algas son más frecuentes en puntos determinados de la costa gallega. Y cada cofradía afronta de forma individual esos afloramientos, que trastocan las actividades cotidianas del sector. Vilaboa, por ejemplo, ha adquirido una máquina específica para retirar el sargazo de sus playas. En A Illa, ya están duchos en formar rápidamente cadenas humanas para rescatar el marisco de morir asfixiado bajo una alfombra verde. En Poio, entregan la materia para compostaje...  

Pero más allá de abono para fincas agrícolas, los profesionales no entran en la valorización de ese desecho. Y esos residuos vegetales tienen un valor. De sacarle rendimiento se están ocupando los centros tecnológicos de Anfaco-Cecopesca y de la acuicultura andaluza (Ctaqua), que desarrollan en Galicia y Andalucía el proyecto Gestión y Valorización de la biomasa de algas desechada en la actividad acuícola, enmarcado en el Programa Pleamar, gestionado por la Fundación Biodiversidad, ahora del Ministerio para la Transición Ecológica.  

Sus primeros pasos han sido localizar y cuantificar este problema, mucho mayor en Galicia que en Andalucía, aunque esta comunidad tampoco se libra de esos episodios de afloramiento masivo de macroalgas, que complican el cultivo de peces en los esteros.

En Galicia el fenómeno castiga especialmente a las Rías Baixas: Arousa, Pontevedra y Vigo. Y dentro de cada una de ellas, hay lugares más propicios. En la zona arousana Vilanova y A Illa son las más afectadas. En Pontevedra, son los bancos de Poio los que más macroalgas reciben; y en Vigo, son Redondela y Vilaboa las áreas más damnificadas. La geografía la detalla Diego Méndez, responsable de la División de Valorización de Subproductos de Anfaco-Cecopesca, que ha contado con la colaboración de las cofradías. Es el mismo que ha medido el problema en volumen: unas 3.300 toneladas anuales. En Andalucía, la cantidad que se recoge apenas suma 200 toneladas.  

Proteína y fibra

Tras conocer el alcance del problema y medir la materia prima con que se puede contar, el laboratorio gallego ha comenzado a desarrollar procesos enzimáticos para recuperar la proteína y la fibra de estas macroalgas para poder emplearlas en alimentación animal o piscícola. Procesos que han tenido éxito a nivel experimental y que ahora se están probando a escala piloto para analizar la viabilidad de transferir en un futuro esa tecnología a los mariscadores o a cualquier interesado en sacar valor a lo que ahora supone un problema.

En el proyecto se ha analizado qué se hace con estos residuos y se han detectado carencias que proponen corregir, como podría ser «realizar una gestión global en las tres rías principales», dice Méndez. Una especie de servicio de recogida de basura mancomunado. Para divulgar los resultados, Anfaco ha organizado una jornada el 11 de diciembre en Vigo.