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Galicia insiste en retirar de las cuotas el besugo y otras especies accesorias

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

M. Moralejo

Teme que, siendo el 1,5 % de las capturas, obliguen a parar la flota por falta de cupo

15 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A ver si por traer besugo, la flota no va a poder ir a la xarda. O salir a pescar merluza. Aunque se trata aquella de una especie rentable y muy preciada, su presencia en las lonjas no deja de ser anecdótica -con unas 119 toneladas subastadas el año pasado-. Pero a partir de enero, con la obligación de desembarque generalizada para todos los caladeros y pesquerías, el besugo, al igual que el granadero de roca, el sable negro o los alfonsinos, que aparecen muy de vez en cuando en las pescaderías porque se trata de capturas accesorias, pueden convertirse en lo que se denominan especies de estrangulamiento: poblaciones para las que se tiene poca o nula cuota y, que en cuanto esta se agota, impiden al barco salir a aquellas que sí son su objetivo y para las que sí dispone de posibilidades de pesca.

Los Veintiocho analizarán el lunes de que viene la propuesta de TAC (totales admisibles de capturas) y cuotas de la Comisión Europea para esas especies de aguas profundas y ayer lo hicieron las comunidades autónomas con el Gobierno central. Madrid valora que la propuesta de reglamento del Ejecutivo comunitario haya tenido en cuenta «la mayoría de las recomendaciones científicas del ICES para estas poblaciones», como también las flexibilidades que se han observado «para hacer factible» la obligación de desembarco, señala el Ministerio de Agricultura y Pesca en un comunicado. Y sostiene que es gracias al trabajo previo de España que se ha propuesto en algunas variedades el TAC más alto posible para evitar que se conviertan en especies de estrangulamiento.

Fuera de los TAC

Pero Galicia no las tiene todas consigo. Por eso la conselleira de Mar, Rosa Quintana, que el lunes acompañará al ministro Luis Planas en Bruselas, defiende la eliminación de los TAC tanto en estas especies de aguas profundas como en todas las pesquerías accesorias. Y si no se pueden suprimir esos topes, al menos «que a súa determinación se integre na negociación común de cotas para o Atlántico», pidió Quintana.

La conselleira insistió en que los tiburones de fondo, el granadero de roca y el mismo ollomol no tienen en Galicia una pesca dirigida, sino que llegan acompañando a otras en la actividad extractiva. Según dijo, el volumen de desembarcos de estas especies de aguas profundas en las lonjas gallegas es «de escasa entidade». Tan escasa que suponen el 1,5 % de la pesca total descargada por las flotas que capturan estas especies tanto en el Cantábrico como en el Gran Sol.

Y si por unas cosas o por otras, no se acepta ni la supresión de los TAC ni su negociación con el resto del Atlántico, al menos Bruselas debería ser sensible, opina la Administración gallega, y evitar imponer el principio de precaución tan alegremente como suele hacerlo, ya que ante la mínima duda sobre la situación biológica de la especie por falta de datos científicos se sitúa en el peor de los casos y en el menor del TAC posible. «O sector non ten que pagar pola falta de actividade científica, pois non ten a culpa de que a Administración non achegue os datos», dijo Quintana.