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Proponen lanzar una campaña de imagen para reclutar tripulaciones

e. a. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

El sector reclama que se aumenten las atribuciones de las titulaciones y se homogenicen en la UE

08 nov 2018 . Actualizado a las 08:08 h.

Severino Ares, armador y presidente de Pescagalicia-Arpega-Obarco, tiene en su poder una libreta de navegación que no es la suya. Pertenece a un patrón de altura recién titulado pero sin experiencia práctica alguna al que contrató: «No creo que vuelva». Ni a su barco ni a ningún otro. Ya lo había apuntado antes Juan Manuel Trujillo, representante de CC. OO. y presidente de la sección de Pesca de la European Transport Federation, al desgranar una encuesta que señala que la principal salida laboral de los estudiantes de esta rama es la Marina Mercante, seguida de la flota de recreo, y los puestos en tierra ocupan la tercera posición.

Claro que eso no concuerda con la consulta que Susana Rodríguez, directora xeral de Desenvolvemento Pesqueiro, hizo a la puerta de las escuelas: «Cando preguntas, os estudantes din que queren ir á pesca, que teñen ilusión». ¿Qué es entonces lo que hace que esa decisión se quede por el camino y el sector no encuentre trabajadores? Muchas fueron las causas que ayer apuntaron sindicatos y patronal en el debate sobre la falta de relevo generacional en la pesca, que centró la jornada final del sexto Congreso de Sostibilidade Social e Económica do Sector Pesqueiro, que ayer concluyó en A Coruña. Motivos que van desde la mala imagen del sector a la dureza del trabajo, la lejanía del hogar, las trabas para conseguir la titulación y hasta la «falta de interés en la protección de los pescadores frente a los trabajadores de otros sectores de mayor rentabilidad económica», explicó Trujillo.

Importantes cambios

Pero si es cierto que está entre los sectores más peligrosos del mundo y con mayor siniestralidad, no lo es menos que las cosas han cambiado. Los barcos se han modernizado, ha mejorado la habitabilidad, han subido a bordo las nuevas tecnologías y, al menos según los armadores, está bien remunerada. Por eso desde el sector apuntan que es necesario lanzar una campaña de imagen seria. Una acción de márketing similar a la que desplegó el Ejército en cuanto se acabó el servicio militar obligatorio para reclutar soldados. Eso sí, antes, es preciso arreglar una serie de cuestiones. Primero, permitir la entrada de contingentes de trabajadores extranjeros, como plan de choque para mitigar un problema que ya ha dejado barcos amarrados. Mientras tanto, ir homogeneizando las titulaciones en la UE, como apuntó Trujillo. Exigir la misma formación y los mismos requisitos a un tripulante gallego, francés o británico para garantizar «la libre circulación de trabajadores y no solo de mercancías».

El sindicalista de CC. OO. explicó que en el consejo consultivo de larga distancia (LDRAC) se trata de impulsar un documento sobre derechos laborales para frenar el dumping de terceros países, por más que, explicó, la denominada esclavitud moderna, que se asocia a Tailandia o Vietnam, no está tan lejos. Así, relató el caso de Irlanda, donde reclutaban a migrantes en tránsito en el Reino Unido, «les retiraban el pasaporte, los metían en los barcos, sin alojamiento en tierra, sin seguridad ni protección sanitaria, con salarios del país de origen e incluso con castigo corporal», contó en el congreso.

Formación dual

Dar una vuelta a la formación, imponiendo la dual, organizar una bolsa de trabajo propia del siglo XXI en un sector en el que se recurre a taxistas y provisionistas y ampliar las atribuciones del personal titulado son otras asignaturas pendientes para que trabajar en la pesca sea atractivo.

Desde luego, las escuelas están llenas, señaló Rodríguez. Y el presupuesto para formación del 2014 al 2020 es de 5 millones. Confía en que el centro de referencia concedido al instituto de Vigo contribuya a cambiar las cosas.