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Piratas contra los furtivos de bañador

Marcos Gago Otero
marcos gago POIO / LA VOZ

SOMOS MAR

Emilio Moldes

Una campaña de la Consellería do Mar en 35 playas aspira a que los turistas respeten los bancos marisqueros

04 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los Gardacostas de Galicia incautan cada verano una tonelada de marisco ilegal a los furtivos de bañador. Sí, entendieron bien, a los furtivos de bañador. No hablamos de los profesionales que se dedican a rapiñar cuanto encuentran en el mar los doce meses. El problema que la Consellería do Mar y las cofradías detectan en verano es principalmente de los bañistas y en algunos casos pueden llegar a hacer tal estropicio en los bancos marisqueros que hay que ponerle algún coto al desastre.

Las medidas punitivas funcionan hasta cierto punto y los controles de los Gardacostas y de las cofradías también logran un relativo nivel de contención. Sin embargo, la avalancha de turistas es tan grande, sobre todo en las Rías Baixas, que es prácticamente imposible estar en todas las playas a todas horas para evitar la actividad de los furtivos de bañador.

Rosa Quintana: «Os furtivos prexudican a un sector que vive do marisqueo»

Desde las cofradías y la Xunta son conscientes de que muchos de estos veraneantes ignoran el daño que causan y es precisamente este público el objetivo de la campaña ¡Non sexas pirata! Á praia vense a gozar, non saquear. Es una iniciativa que aspira a concienciar a vecinos y visitantes sobre el respeto a los bancos marisqueros, y que quien quiera comer almejas, berberechos o mejillones, que los adquiera por las vías legales. Las rías gallegas no son una barra libre del «sírvase lo que quiera». El furtivismo pone en peligro puestos de trabajo en el marisqueo, destroza el ecosistema y expone a los consumidores a una diarrea, por ejemplo, por comer marisco sin depurar en caso de marea roja.

«Con esta campaña o que queremos é sensibilizar a todos os que nos veñen visitar, para que saiban que na contorna das praias, ademais de gozar do sol, hai un colectivo de mariscadores, que pagan os seus impostos, que traballan durante todo o ano para que esas praias poidan ser produtivas», incidió la conselleira do Mar, Rosa Quintana.

La titular de Mar acudió ayer a la playa de Raxó, en Poio, donde precisó que la acción de los furtivos de bañador causa daño en el aspecto socioeconómico porque «prexudican a un sector que vive do marisqueo». También «fan un dano medioambiental porque dalgunha maneira están destruíndo o ecosistema do que estes moluscos forman parte». Y «crean un problema para a saúde pública porque están collendo os moluscos sen saber se poden ou non ser consumidos». Y esto último causa otro perjuicio a la imagen de la calidad de los productos marinos de Galicia.

Por estas razones, Quintana invitó a los bañistas «a que veñan, que gocen das praias e do noso excelente marisco, pero iso si, cada un ao seu». Es decir, las mariscadoras a cultivarlo y recogerlo y los turistas a disfrutar del sol y a comprar bivalvos en las plazas y mercados.

La iniciativa divulgativa se centrará este mes en las playas de las Rías Baixas La campaña, que estará en doce municipios, sobre todo en las rías de Vigo, Pontevedra y Arousa, es bien visible. Varias personas, vestidas como piratas, se ubican junto a una carpa, donde se despliega un juego a modo de barraca de feria. Un lienzo de grandes dimensiones, que marca un itinerario con agujeros a un lado, y bolas para lanzar y acertar en los espacios del mapa por el otro. Entre uno y otro lanzamiento, se explica a los participantes el proceso de comercialización de los bivalvos y el daño del furtivismo.

Así que ya sabe, si no quiere ser un pirata, deje los mejillones en las rocas y las almejas y berberechos en la arena. Hay mil cosas más que hacer en la playa que ser un ave de rapiña.