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Galicia saldrá perjudicada si Londres mide en la pesca el éxito del «brexit»

e. abuín BAIONA / LA VOZ

SOMOS MAR

China y su avidez de materias primas podría ser la gran beneficiada del divorcio

08 jun 2018 . Actualizado a las 10:06 h.

Lo de la pesca en el prebrexit está siendo una historia de éxito tal, que los mismos miembros de la Alianza Pesquera de la Unión Europea (EUFA) están sorprendidos. «Escuchar a la propia Angela Merkel hablar de pesca ya es un éxito mareante» para el sector. Lo dijo ayer Iván López Van der Veen, gerente de Pesquera Áncora, presidente del Consejo Consultivo Regional de Larga Distancia (LDAC) y miembro de EUFA, en el Congreso Aecoc sobre productos del mar que se celebró en Baiona. Un foro en el que hizo un repaso de las consecuencias que puede tener el brexit en el mercado pesquero. 

La clave de que la pesca encabece la lista de prioridades la ofreció el propio negociador comunitario, Michel Barnier, que destacó que este ha sido el único sector que ha sabido unirse por encima de los intereses particulares. Una gesta que Iván López achacó a haber salido «tan escaldados de otras negociaciones». Las de la adhesión a la UE, sin ir más lejos, donde el capítulo se «cerró en las últimas 48 horas porque se dejó para el final». Y así salió. Por eso, esta vez han optado por «crear una organización ad hoc», la EUFA, y en lugar de competir por titulares de prensa, ir de la mano del Task Force 50 (el equipo que negocia la salida del Reino Unido de la Unión Europea). Todo eso les ha servido para colocar la pesca a la cabeza en la agenda de Barnier y su equipo. Un éxito del que López se confesó incluso asustado: «Casi preferiríamos estar en medio, ni tan arriba, ni tan abajo».

Ahora bien, la importancia que le concede la UE está en la línea de la que le otorga el Reino Unido. Para Londres, la pesca también es una prioridad. Más que eso, es «la vara de medir del brexit». El termómetro que calculará el éxito de la desconexión. Y eso no le viene nada bien a la flota comunitaria y, por ende, a la gallega.

«Mantenerse unidos»

Para López, lo importante es mantenerse unido porque lo realmente relevante es lo que vendrá después del 31 de diciembre del 2020, en el posbrexit. Y en ese escenario, el Reino Unido puede optar por el modelo de Noruega, Islandia y Feroe -difícil porque tendría que aceptar al Tribunal de Justicia Europeo y renunciar a la autonomía regulatoria-; el suizo, de acuerdos bilaterales; el turco, con mucha libertad pero sin política comercial independiente, irse a tratados comerciales como el de Corea o Canadá, o el de no tener acuerdo y moverse con tarifas básicas y aranceles.

Para la pesca comunitaria, lo ideal sería tener un acceso recíproco a los caladeros, que no cambie el sistema de reparto y que se impongan las mismas reglas de sostenibilidad. Y para conseguirlo, la mejor arma es el mercado, «la fuerte dependencia británica del mercado europeo, a donde exporta el 80 % de sus capturas».

«Las cosas pintan bien este año, pero el que viene es clave y complicado», dijo Iván López, que no ocultó las dificultades de predecir el resultado de un proceso que viene a ser como «intentar sacar un huevo de una tortilla». Ahora bien, de lo que está convencido es de que en el brexit «no hay marcha atrás», por más que ya haya arrepentidos que quieran revertir el resultado. Y de que se pueden alterar las relaciones comerciales en cuanto el Reino Unido pueda establecer acuerdos fuera de la UE. Ahí está el gran desafío de China y otros países fuertes en pesca ávidos de materia prima y de posicionarse en un apetecible mercado de 40.000 millones de euros al año.

Lanzar e innovar, no es lo mismo

Ignacio Muñoz, el CEO (consejero delegado) de Angulas Aguinaga -que ni hace angulas ni es de Aguinaga-, habló de la innovación en los productos del mar. Intervino con el aval del éxito aún a la espalda de Aguinamar, que con la atmósfera modificada ha podido aplicar al mejillón y al pulpo la exitosa fórmula de la lechuga embolsada.

Un logro mayor si se tiene en cuenta que el 50 % de las innovaciones desaparecen a los seis meses. Muchas no llegan ni a cubrir los gastos. Y eso ocurre porque a veces se confunde innovar con lanzar. Y no es lo mismo. Innovar «es el proceso por el que se soluciona un problema que tiene el consumidor», aunque muchas veces ni siquiera él sabe qué necesita. Ahí está la clave del éxito: «Identificar esa necesidad y generar soluciones que cumplan sus expectativas», concluyó.