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La Eurocámara impone una prohibición total a la pesca eléctrica

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

SOMOS MAR

PATRICK SEEGER | EFE

Hasta ahora, solo el 5 % de la flota en el mar del Norte podía emplear este método

17 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La pesca eléctrica tiene los días contados en la UE. Lo decidió ayer el Parlamento Europeo tras imponer un veto total a este «innovador» arte de pesca en todas las aguas europeas, incluidas las del mar del Norte, donde el 5 % de la flota holandesa cuenta con autorizaciones para faenar de forma «experimental».

La Eurocámara considera que la técnica con la que se estimula y empuja a los peces a salir del fondo para ser atrapados en las redes es extremadamente agresiva y podría tener efectos nocivos sobre el ecosistema marino. «Es cruel, innecesaria y destructiva», valoró el grupo confederal de la izquierda europea (GUE), responsables de la enmienda con la que se ha logrado frenar la expansión del pulso eléctrico a toda la UE que pretendía la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, profundamente dividida entre defensores y detractores.

División interna en los partidos

La polarización también generó tensiones dentro de los propios partidos. El responsable del dosier aprobado ayer sobre el nuevo reglamento de medidas técnicas de pesca, el español Gabriel Mato, acusó a las oenegés de provocar las fricciones. El también popular francés Alain Cadec celebró la «responsabilidad» asumida por los eurodiputados al prohibir la pesca eléctrica: «Esta práctica es peligrosa», defendió el galo, presionado por la oenegé Bloom, abanderada de la campaña a favor de su prohibición, vigente en otros rincones del planeta como China.

La plataforma agrupa a 18 organizaciones contrarias a esta nueva técnica que, según sus portavoces, «desertifica» el fondo marino. En el país vecino y en el Reino Unido, algunas cadenas de supermercado y conocidos chefs plantaron batalla anunciando un boicot a las capturas con pulsos eléctricos. «Es un triunfo de la gente del mar y para la gente del mar», sostuvo la eurodiputada asturiana de Podemos Estefanía Torres. La gallega Lidia Senra, de AGE, celebró las «buenas noticias para la pesca artesanal» e instó a la UE a centrar sus esfuerzos en «garantizar la preservación de las artes tradicionales de pesca como el xeito». El comisario europeo de Pesca, Karmenu Vella, dijo «tomar nota» de la decisión de la Eurocámara y expresó su deseo de llegar a acuerdo en los próximos meses durante los trílogos, entre la Comisión, el Parlamento y el Consejo.

EL DEBATE

En contra: Javier López. Responsable de pesca en la Atlántico de Oceana

Quizá rentable, pero no sostenible

Los defensores de la pesca eléctrica de arrastre argumentan un menor consumo de combustible (hasta un 50 % inferior), una mayor selectividad (30 % menos de descartes) y un menor impacto sobre el hábitat bentónico (no cuantificado) en comparación con el arrastre tradicional. Unos resultados prometedores que, teniendo en cuenta la escasa sostenibilidad del arrastre de fondo, confirman la necesidad de innovar para avanzar hacia técnicas pesqueras más responsables.

Sin embargo, antes de autorizar su uso generalizado habría que entender bien los posibles impactos de los pulsos eléctricos sobre el ecosistema marino. En concreto, los impactos sobre las especies no capturadas (supervivencia, efectos sobre la reproducción…), y sobre las características fisicoquímicas del sedimento y el agua. Se debe asegurar que los impactos asociados a esta actividad sean asumibles para el conjunto del ecosistema marino.

En 1988, la Unión Europea prohibió el uso de la electricidad en la pesca. Desde entonces se han realizado varios intentos fallidos para legalizar el uso de esta tecnología. El último, ayer, en la votación del Parlamento Europeo sobre medidas técnicas.

La innovación en la pesca es necesaria, pero en el caso de la pesca eléctrica todavía existen lagunas que se deben resolver.

a favor: javier garat, presidente de Europêche

«Pulse fishing»: innovación demonizada

Llevamos muchos años escuchando a la Comisión Europea, al Parlamento Europeo, a los Gobiernos, a las oenegés y a los científicos recomendándonos al sector pesquero que tenemos que reducir nuestro impacto en el medio ambiente, que tenemos que ser más selectivos, reducir las capturas accesorias y evitar los descartes, que tenemos que contaminar menos y ser más eficientes desde el punto de vista energético y, en definitiva, que tenemos que innovar.

Desde el sector pesquero hemos asumido el reto y nos hemos involucrado en numerosos proyectos con los científicos para intentar conseguir dichos objetivos y, poco a poco, hemos ido avanzando considerablemente.

Entre esas iniciativas, en el 2005, nuestros colegas holandeses se pusieron a trabajar con los científicos de su país para intentar conseguir todo eso que nos reclamaban. Después de varios años de pruebas, en el 2008, cinco buques pesqueros empezaron a probar un nuevo arte de pesca, al que bautizaron con el nombre de pulse fishing (en español se ha traducido como pesca eléctrica), que es una técnica de pesca que tiene como objetivo la captura de especies de peces planos, como el lenguado, usando una pequeña y controlada estimulación eléctrica. Dicha estimulación hace que el pescado que está en el fondo marino suba un poco y así pueda ser pescado. Después de varios años de trabajo, hoy en día hay unos 75 buques holandeses que usan esta técnica.

Los científicos involucrados en este proyecto y el Gobierno de Holanda han podido constatar que han reducido las capturas accesorias en un 50 %, el consumo de gasoil y, por tanto, de emisiones, en un 46 % y el contacto con el fondo en un 20 %.

Sobre el papel, lo normal sería aplaudirles y darles la enhorabuena. A pesar de ello, sorprendentemente, algunas organizaciones ecologistas radicales han hecho una campaña brutal para intentar que se prohíba su utilización, tal y como habían hecho anteriormente con otras artes de pesca.

Nuestro mensaje es el mismo de siempre. Cualquier arte de pesca, bien regulado, bien gestionado y bien controlado puede ser sostenible. La demonización de las artes de pesca no tiene ningún sentido. No podemos olvidarnos de que necesitamos seguir alimentando al mundo con proteínas saludables capturadas de forma sostenible.

¿Qué arte de pesca van a atacar a partir de ahora? Pronto lo veremos. Estos cuentistas viven de ello…