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Más de 800 tripulantes de atuneros disfrutan de exenciones fiscales

f. f. REDACCIÓN / LA VOZ

SOMOS MAR

CARMELA QUEIJEIRO

La mitad de sus rendimientos de trabajo ya no tributan a Hacienda. Las deducciones suman 1,64 millones, según figura en los Presupuestos

08 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Este año, por primera vez, el Ministerio de Hacienda, dirigido por Cristóbal Montoro, ha decidido ser generoso con los profesionales del mar. No con todos ellos, sino con los tripulantes de las embarcaciones atuneras y de los palangreros de superficie que faenan a más de 200 millas náuticas de las líneas de base de los Estados miembros de la Unión Europea. La mitad de los rendimientos de trabajo que perciban por su trabajo quedará exenta de tributar desde este año y lo notarán en la declaración de la renta que realicen en el 2016 correspondiente a este 2015.

Montoro ya ha estimado el impacto que esas exenciones fiscales tendrán en las arcas públicas. Los datos figuran en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para el ejercicio próximo. Las previsiones que figuran en ese documento recién presentado es que se beneficien de esta medida un total de 870 tripulantes de toda España y que las deducciones sumen 1,64 millones de euros.

Las condiciones

Hacienda ha creado estas exenciones solamente para los marineros de buques que enarbolen pabellón español y la compañía propietaria esté inscrita en el Registro Especial de Empresas de Buques de Pesca Españoles. Pero siempre que pesquen exclusivamente túnidos o especies afines fuera de las aguas de la Comunidad y a no menos de 200 millas náuticas de las líneas de base de los Estados miembros.

La propuesta la introduce el año pasado el grupo del PP en una enmienda a la reforma fiscal. En ella recordaba que la Comisión Europea permite conceder incentivos fiscales para que los armadores desistan de inscribir sus buques en terceros países que no realicen el debido control de la actividad, especialmente en lo que se refiere a la pesca ilegal, no controlada y no regulada.

Eso sí, las autoridades comunitarias exigen a España justificar el riesgo real de que los buques que se beneficien de la medida soliciten la baja en el registro nacional y, en el caso de que el barco acabe inscribiéndose en un tercer país, los beneficiarios deberán devolver las ayudas percibidas en los tres años anteriores.

La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, señaló hace un año que, con esas exenciones fiscales, el Gobierno accedía así a una petición demandada desde hacía tiempo por el sector de la pesca y que esa se traduciría no solo en mejores condiciones fiscales, sino también en un apoyo a la contratación: «Esperamos que tenga impacto en el empleo», manifestó.

Creación de un registro

Para facilitar la concesión de esas deducciones, el Gobierno creó un registro especial de esta flota que opera en aguas lejanas.

La Confederación Española de Pesca (Cepesca) celebró también la medida, porque con ella el Gobierno aceptaba una reivindicación de los armadores españoles que operan en aguas extracomunitarias. Desde hace años, las organizaciones del sector han solicitado un respaldo frente a competidores como las flotas de Asia.