Armadores gallegos piden el desguace para comprar arrastreros en Portugal

Lo pueden decir más alto, pero las palabras siguen siendo las mismas. La mayor parte del arrastre de litoral gallego prefiere ver finiquitado el acuerdo de pesca que España ha firmado con Portugal a que se reedite en las mismas condiciones que el actual, que estará vigente hasta marzo del año que viene. Ayer, la comisión sectorial de esta modalidad de flota en el Consello Galego de Pesca acordó, con la excepción de la Asociación de Marín (que se abstuvo) solicitar que el próximo convenio incluya la prohibición de faenar a los barcos de arrastre portugueses durante los fines de semana en aguas jurisdiccionales españolas.

Y esa será la postura que Galicia trasladará a Madrid para que se tenga en cuenta en la próxima reunión del Comité hispano-luso de Pesca, fijada para el próximo martes y que tratará sobre la renovación del acuerdo con Portugal.

Los armadores insisten en que trabajar en la misma zona de pesca, el caladero del Cantábrico y Noroeste, con distintas reglas, sitúa a la flota gallega en desventaja competitiva, pues los barcos lusos, que pueden trabajar sábados y domingos, ponen su mercancía a la venta a primera hora del lunes, que, junto con el martes, es el mejor día de venta. Cuando llegan las capturas de los españoles, a última hora del lunes, los mercados, que son los mismos para lusos y gallegos, ya están abastecidos y los precios, más bajos imposible.

«Lusificación de la flota»

Que se pretenda negar que la flota lusa trabaja con ventaja es, a juicio de los armadores, algo imposible de sostener. La muestra está, dicen, en que de los 30 arrastreros de bandera portuguesa que en virtud de ese acuerdo pesquero están autorizados a pescar en el Cantábrico Noroeste, casi la mitad pertenecen a armadores gallegos que han comprado embarcaciones en el país vecino.

Pero, además, tienen constancia de que hay empresarios gallegos que han presentado expediente a la convocatoria de ayudas para el desguace para comprar posteriormente un barco en Portugal.

El sector considera inaceptable que se esté permitiendo el desmantelamiento de la flota española -ocho arrastreros gallegos han concurrido a las últimas ayudas- para fortalecer la portuguesa, que, por otra parte, continuaría faenando en el mismo caladero. Cuando, además, se trata de embarcaciones que apenas superan los diez años de antigüedad -límite establecido para que un buque pueda solicitar el despiece-, mientras que los que se adquieren en Portugal son considerablemente más viejos y están en mucho peores condiciones.

Descanso de fin de semana

Los gallegos subrayan que no están reclamando ninguna ventaja sobre los portugueses, sino «una igualdad en las normas de aplicación a flotas que faenan en el mismo caladero, con artes similares, dirigidos a las mismas especies y que comparten mercados», señala en un comunicado la Organización de Productores de Lugo.

La vía de intentar eliminar esa ventaja competitiva a través de la regulación de horarios de descarga en los puertos y la obligación de destinar las capturas a su mercado nacional no ha funcionado, aseguran los armadores, que exigirán que se obligue a los portugueses a amarrar los sábados y los domingos. Como los gallegos.

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