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Los cazadores gallegos esperan con temor la decisión de Bruselas sobre la moratoria en la caza de la codorniz

Somos Agro REDACCIÓN

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RFEC | EUROPAPRESS

La Federación Española de Caza ha pedido por carta a Luis Planas que España se oponga a la prohibición de capturar esta especie. En Galicia, esta práctica es popular en la comarca de A Limia

27 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El grupo de expertos de la UE en la Directiva sobre Aves o Hábitats debate este martes las propuestas de la Comisión Europea para regular la caza de especies migratorias como la codorniz, el zorzal alirrojo y la cerceta común. Sobre la mesa está la prohibición total de la caza de las dos primeras y una reducción significativa de capturas de la tercera. Este debate ha puesto en guardia a la Federación Española de Caza, sobre todo por la relevancia que tiene la captura de especies como la codorniz en comunidades como Castilla-La Mancha o Castilla-León. En Galicia, aunque el impacto de una prohibición de este tipo sería menor porque la caza de codorniz se circunscribe fundamentalmente a la comarca de A Limia, los cazadores también aguardan con recelo el resultado del debate. Porque como explican fuentes de la Federación Galega de Caza en A Limia, donde está permitida la caza de la codorniz durante cuatro fines de semana de agosto o septiembre, la prohibición tendría un gran impacto en el tejido económico de la zona. 

La preocupación generada ha llevado a la Federación Española de Caza a remitir una carta al ministro de Agricultura, Luis Planas, en la que le piden que los representantes de España en dicho omité se opongan frontalmente a la prohibición. Además, destacan el papel que desde la Federación han llevado a cabo en la recuperación de estas especies, por medio de iniciativas como el proyecto COTURNIX y ZORZALES, que incluyen medidas como la reducción de capturas, inversiones en la recuperaión de hábitats y herramientas de gestión avanzadas como el precinto electrónico.

El sector cinegético también expresó su descontento por el uso «desleal» de las instituciones europeas, acusando a la Comisión de intentar imponer restricciones no consensuadas ni respaldadas por datos científicos.