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«Cultivar arroz en ecológico, pese a las dificultades, merece la pena»

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SOSTENIBILIDAD

Las ayudas agroambientales de la nueva política agraria común (PAC) 2023/2027 incentivan que los agricultores den el paso hacia esta modalidad de cultivo eco, donde la retirada de malas hierbas ha de realizarse a mano

01 may 2023 . Actualizado a las 19:37 h.

«Cultivar arroz en ecológico, pese a las dificultades, merece la pena». Jose Daniel Carbonell, arrocero con cultivo en ecológico en la cuenca del Guadalquivir, en Sevilla, y presidente de la Unión Profesional de Arroceros tiene que claro que apostar por esta práctica compensa por el valor añadido que aporta y porque contribuye a un mejor posicionamiento del producto en el mercado. «Nosotros también tenemos secadero, molino... cuando vas dando pasos, obtienes una certificación que te diferencia te ayuda, sobre todo cuando eres un productor relativamente pequeño que no podría competir al mismo nivel que los grandes en el caso de producir en convencional», cuenta a través del teléfono.   

Más allá de las ayudas de la política agraria común (PAC) 2023/2027 a las que pueden optar los productores de arroz, los que cultivan en ecológico disponen de ayudas agroambientales a la producción ecológica, unas subvenciones cuyo reparto de fondos corresponde a cada comunidad. En el caso del arroz ecológico hay unas primas por hectárea que se conceden en el momento de la incorporación a la actividad ecológica y luego están las de mantenimiento, que suelen estar en torno al 80 % de la prima por comenzar esa actividad. 

Disponer de ese tipo de apoyos resulta fundamental para los agricultores. Porque el cultivo de arroz en ecológico no es fácil. Cuenta Jose Daniel Carbonell que en Sevilla, en el Delta del Ebro y Valencia el cultivo de arroz se hace en inundación. Eso tanto en cultivo convencional como en ecológico. «El arroz es capaz de sobrevivir en un medio anaeróbico como es el agua, pero también impide el crecimiento de malas hierbas. Con todo hay algunas que logran crecer y, por tanto, hay que quitarlas con escarda manual porque ese es un trabajo que no se puede mecanizar, sobre todo en la cuenca del Guadalquivir donde hay una alta concentración de salinas», explica este arrocero sevillano.

¿Podría llegar a mecanizarse esa labor? Podría ser, pero habría que investigar cómo podría hacerse un cultivo en línea, por ejemplo. Son esas dificultades añadidas las que llevan al representante de los arroceros a sugerir que las ayudas agroambientales para el fomento del arroz ecológico puedan mantenerse también en las épocas de barbecho. «Ese sería otro buen incentivo porque se aprovecharía el barbecho para retirarlas con medios mecánicos», explica. No es la única demanda. Otra es la puesta en marcha dentro de la UE de un arancel especial para los productos ecológicos que entran en ella, entre ellos el arroz

Porque este cereal es uno de los productos del campo más afectados por la importación de producto de terceros países. España es, después de Italia, el segundo país productor de arroz de la UE al obtener una media de 620.000 toneladas al año. Pero no se sabe qué pasará a partir de ahora debido al cambio climático que está disparando la urgencia de agua en todo el sur de España. De hecho, a estas alturas del año, tal y como están las condiciones meteorológicas en la cuenca del Guadalquivir, según Carbonell, «no se podría sembrar nada de arroz en más de 36.000 de las 38.000 hectáreas de arrozales que hay por la zona».

 En toda España, según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación correspondientes al 2021, hay sobre 88.066 hectáreas de cultivo de arroz. Andalucía lideraría el ránking nacional de producción de este cereal tan apreciado en los hogares.