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El cuaderno digital ¿un arma a favor de la biodiversidad?

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso COFINANCIADO POR LA UNIÓN EUROPEA. LAS OPINIONES Y PUNTOS DE VISTA EXPRESADOS SOLO COMPROMETEN A SU(S) AUTOR(ES) Y NO REFLEJAN NECESARIAMENTE LOS DE LA UNIÓN EUROPEA. NI LA UNIÓN EUROPEA NI LA AUTORIDAD OTORGANTE PUEDEN SER CONSIDERADOS RESPONSABLES DE ELLOS.

SOSTENIBILIDAD

La nueva PAC prevé la digitalización de toda la información que generan las granjas, para controlar mejor la aplicación de fitosanitarios y fertilizantes y buscar, así, una agricultura más respetuosa con el medio ambiente

10 feb 2023 . Actualizado a las 10:16 h.

Poco a poco, el Ministerio de Agricultura va desgranando cómo será la nueva regulación que acompañará al nuevo período de la Política Agraria Común (PAC) 2023-2027. Y si algo caracteriza a esta nueva normativa es su aspiración de cumplir con los objetivos incluidos en la Estrategia de la Biodiversidad 2030. Agricultura y ganadería deben ser más respetuosas con el medio ambiente y deben aprender a utilizar de forma más precisa fitosanitarios y fertilizantes. Ahí juega un papel fundamental la digitalización. Porque se hace preciso disponer de información detallada sobre cuándo y cuánto se debe aplicar de estos productos, además de en qué momento. Por eso, agricultores y ganaderos tendrán que contar con un cuaderno digital de la explotación agrícola. Un registro que les permitirá ser más eficientes y, de paso, más respetuosos con su entorno.

Antes del año 2030 es preciso reducir en un 50 % el uso de fitosanitarios y en un 20 % el de fertilizantes. Estos objetivos forman parte de la Estrategia Biodiversidad 2030, que también persigue aumentar significativamente la superficie que se cultiva actualmente en ecológico. Una de las medidas que acaba de publicar el Ministerio de Agricultura para cumplir uno de estos objetivos es la que se refiere al uso sostenible de los productos fitosanitarios, una normativa que busca ayudar a las explotaciones a medir el consumo de estas sustancias y poner en marcha medidas correctoras que permitan reducir su uso.

Explica el ministerio que ha llegado el momento de avanzar hacia modelos que permitan reaccionar con mayor rapidez y actuando de manera más precisa cuando se detecta un problema con el uso de los fitosanitarios. Y para ello es preciso establecer, en cada explotación, indicadores de uso individualizado que permitan medir el consumo de fitosanitarios. Hasta ahora, los indicadores de riesgo medían solamente el volumen de fitosanitarios comercializados, pero no los empleados. Con esta nueva regulación, Agricultura considera que se mejorará la concienciación de los agricultores en el uso de estas sustancias al permitirle dispone de cifras y datos comparativos que les faciliten la toma de decisiones. Así podrán ajustar el empleo de estos productos, especialmente, el de los más peligrosos a sus umbrales más sostenibles.

En este nuevo proceso jugará un papel fundamental el Cuaderno Digital de Explotación Agrícola, un sistema en el que agricultores y ganaderos deberán incluir toda la información de su explotación. Este nuevo instrumento entrará en vigor el próximo 1 de septiembre en aquellas explotaciones agrarias que superen las 30 hectáreas de tierra de cultivo, la misma superficie de pastos permanentes o las 10 hectáreas de cultivos permanentes. También, en las que en el total de la superficie agraria tengan más de cinco hectáreas de regadío o dispongan de alguna parcela de invernadero. Para el resto, el cuaderno será obligatorio a partir del 1 de julio del 2023.

En esta nueva herramienta, agricultores y ganaderos deberán mantener actualizados los tratamientos fitosanitarios en un plazo no superior a un mes desde la fecha en la que se aplican. Esta información servirá para calcular el indicador de uso individualizado de cada explotación agrícola. Además, con los datos recogidos en esta aplicación, Agricultura calculará para todas las explotaciones agrícolas un indicador por hectárea para cada tipo de cultivo presente en las mismas, que se llamará el indicador de uso individualizado .

Pero es que, además, con la información que recopile durante los próximos tres años, el ministerio podrá establecer unos indicadores de uso medios de fitosanitarios por tipo de cultivo, con el fin de poder establecer unos valores de referencia. También determinará unos valores de referencia nacionales y, a partir de enero del 2026, se aplicarán una serie de controles en aquellas explotaciones que superen estos valores.

 De esta forma, los titulares de aquellas explotaciones en las que entre el 50 % y el 75 % de su superficie se encuentra por encima de los valores de referencia nacionales fijados para cada cultivo deberán analizar las causas con su asesor en materia de gestión integrada de plagas y establecerán las medidas necesarias para corregir la situación. Serán, además, consideradas como de riesgo muy alto, por lo que se incrementará la frecuencia de la inspección a la que deben ser sometidas.

Aquellas que en las que más del 75 % de su superficie se encuentre por encima de los valores de referencia nacionales, tendrán además que presentar un análisis de las causas y de las medidas correctoras de riesgo muy alto.Y aquellas en las que el 100 % de su superficie se encuentre por encima de los valores de referencia se expondrá, además, a que la autoridad competente de la comunidad autónoma realice las actuaciones que considere oportunas, 

De esta forma, el Cuaderno Digital de la Explotación contribuirá a que todas las explotaciones hagan un uso más responsable de los fitosanitarios, evitando así una degradación del entorno y logrando una agricultura que sea más respetuosa con el medio ambiente. Cuidar la biodiversidad, lo dicen los expertos, resulta fundamental para obtener también alimentos más seguros y de mayor calidad.