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¿Cómo se forjó el Plan Estratégico de la nueva PAC?

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SOSTENIBILIDAD

ALBERTO LÓPEZ

El documento que incluye las intervenciones que se aplicarán hasta el 2027 fue elaborado por el Ministerio de Agricultura en colaboración con autoridades regionales y locales, expertos en medio ambiente y clima e interlocutores económicos y sociales

03 feb 2023 . Actualizado a las 11:20 h.

Muchas son las cosas que cambiarán con la entrada en vigor de la nueva Política Agraria Común (PAC). Porque, por primera vez en su historia, esta es una política orientada a la consecución de resultados concretos, que quiere fomentar un sector agrícola inteligente, competitivo y diversificado; que busca apoyar y reforzar la protección del medio ambiente y que apuesta por fortalecer el tejido socioeconómico de las zonas rurales. Y, para conseguir todo esto, cada estado miembro ha tenido que diseñar su propio Plan Estratégico. Un documento que detalla las intervenciones o medidas con las que se pretenden alcanzar los objetivos fijados por el Pacto Verde Europeo. España fue uno de los primeros países en aprobar el suyo, culminando así un trabajo que comenzó en el año 2018 y en el que, según asegura el Ministerio de Agricultura, se vieron implicados numerosas instituciones y colectivos.

En este nuevo período de la PAC son los estados miembros los que deciden qué medidas o intervenciones se incluyen en la PAC y lo hacen a través del mencionado Plan Estratégico. El documento abarca todas las intervenciones de la PAC, lo que implica una mayor coherencia entre las mismas y, al mismo tiempo, concede una mayor flexibilidad a los estados para adaptar estas medidas a sus particularidades nacionales y regionales. Por eso el Ministerio de Agricultura considera que este plan es, en realidad, una oportunidad única para abordar las necesidades del sector agrario y del medio rural español en su conjunto. 

Ocho son los objetivos concretos que debe perseguir la nueva PAC. Estos pasan por asegurar unos ingresos justos para agricultores y ganaderos, por incrementar la competitivad de las explotaciones y por reequilibrar el poder en la cadena alimentaria. También tiene que luchar contra el cambio climático, proteger el medio ambiente y conservar el paisaje y la biodiversidad. Apoyar el relevo generacional, mantener vivas las zonas rurales y proteger la calidad de los alimentos y de la salud son los otros fines que persigue, junto con uno más transversal que apuesta por modernizar el sector agrario a través del conocimiento, la innovación y la digitalización de las zonas rurales. 

Todos esos objetivos fueron tenidos en cuenta por España a la hora de redactar su Plan Estratégico, un proceso que comenzó en el 2018 y que se dividió en varias fases. En la primera de ella, grupos especializados en cada uno de los objetivos elaboraron un análisis de debilidades y fortalezas, así como otro de necesidades. Aquí se recogieron observaciones del Ministerio para la Transición Ecológica, de las comunidades autónomas, de las organizaciones de productores agrarios, de los agentes medioambientalistas y de otros interlocutores externos que también participaron en la elaboración del documento.

En una segunda fase, se abordó ya la priorización de las necesidades que se habían identificado y, posteriormente, se seleccionaron y diseñaron las intervenciones más adecuadas para dar respuesta a esas necesidades. De forma paralela, se realizaron dos evaluaciones más, una de ellas ambiental, que fueron incorporadas al documento. 

Agricultura presume de que en la elaboración de este plan se ha tenido en cuenta una gran diversidad de puntos de vista y aportaciones, algo que considera fundamental para abordar los problemas a los que se enfrenta el medio rural y el sector agrario. Primero se trabajó de forma conjunta con las comunidades autónomas, además de que se mantuvo diálogo constante con las organizaciones profesionales agrarias, las cooperativas agroalimentarias y las organizaciones ambientalistas de carácter nacional. Durante el proceso se tuvo también contacto con el Ministerio para la Transición Ecológica y con la Comisión Europea.

Agricultura considera que las comunidades autónomas son una pieza particularmente importante del Plan Estratégico, pues además de haber participado en el diseño de las intervenciones, son las responsables directas de la aplicación de la PAC en sus territorios. Además, el ministerio destaca que el proceso estuvo abierto también a la participación del conjunto de la sociedad a través de un buzón electrónico, al que podían mandar sus sugerencias, y de la información pública divulgada sobre el plan. «El proceso de elaboración ha sido abierto, participativo y transparente, en el que se ha ido publicando toda la información y documentación de trabajo en la web y se han realizado reuniones y se han analizado e incorporado las aportaciones recibidas por parte de los múltiples actores», concluyen en Agricultura.

Ahora, todo está ya listo para que, a partir del próximo mes de marzo, agricultores y ganaderos puedan comenzar a solicitar las ayudas que les corresponden. Aunque el Plan Estratégico no está definitivamente cerrado. Hasta el 2027 será sometido a una continua evaluación a medida que se ejecute, con un seguimiento anual y la elaboración de informes y análisis que permitan evaluar la efectividad de las medidas tomadas e introducir cambios, si así se considera necesario.