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Una nueva tecnología cambia el modo de fertilizar los cultivos

M. Cedrón REDACCIÓN

SOSTENIBILIDAD

CESAR QUIAN

Una herramienta desarrollada por Delagro, con colaboración del CIAM, integra en un único proceso el plan completo de nutrición vegetal, desde la selección del cultivo al encalado, el aporte de purín y la aplicación de los fertilizantes minerales que necesite el suelo

12 ene 2023 . Actualizado a las 19:02 h.

Más de una década recorriendo valles y montañas de todo el norte de España para recoger unas 8.000 muestras de suelo. Ese trabajo de campo fue el punto de partida para desarrollar una novedosa tecnología que cambiará el modo de abonar los campos para adaptarlo a las nuevas directrices del Pacto Verde Europeo, pero también a los cambios normativos que recoge el real decreto de Nutrición Sostenible de Suelos para lograr la reducción del impacto ambiental en los suelos, manteniendo su nivel productivo. Bautizada como FERPLAN, la herramienta fue articulada por el equipo técnico de la cooperativa de segundo grado Delagro y sus socias, con la colaboración del Centro de Investigación Agraria de Mabegondo (CIAM), para lograr producciones agrícolas de un modo más rentable, productivo y sostenible. Lo que hace es unir en un único proceso el plan completo de nutrición vegetal, desde la selección del cultivo al aporte de purín o fertilizantes minerales que precisa la parcela.

El Ferplan fue presentado ayer en As Pontes, justo un día después de que el Consejo Económico y Social Europeo, un órgano consultivo de la UE, aprobara un dictamen sobre el uso de fertilizantes donde además de abogar por «períodos de transición razonables» para rebajar su uso, recomienda investigar soluciones basadas en la ciencia y la innovación como el uso de variedades vegetales más resistentes, semillas certificadas, la agricultura de conservación, las nuevas técnicas de edición genómica, la agricultura ecológica, la rotación de cultivos, la apuesta por el uso de los cultivos menores o las técnicas digitales.

Precisamente la clave de esta técnica digital está en dar al suelo solo lo que precisa. Porque como explicó el responsable del área de Producción Vegetal de Delagro, Javier Caneda, durante la presentación de la tecnología ayer en As Pontes «conociendo las necesidades de los cultivos y la composición del suelo podemos aportar la cantidad exacta de nutrientes sin que se produzcan excesos de ningún elemento que puedan comprometer la fertilidad de la tierra». De este modo, logra optimizar costes de abonado, mejorar la producción y la calidad de los forrajes, además de contribuir a la preservación del medio natural. 

La herramienta recoge además el uso del purín como fertilizante. «El purín _añade Caneda_ aporta al suelo una serie de nutrientes minerales que han de tenerse en cuenta para calcular la cantidad de abono que el cultivo precisa». 

Lo primero que hay que ver antes de echar el fertilizante es cómo es el suelo sobre el que actuamos. Los suelos gallegos, por ejemplo, en general son poco profundos, condicionados por una baja reserva de agua y de nutrientes, de textura arenosa o limosa, ácidos y con bastante materia orgánica. Eso hace, según el responsable de Producción Vegetal de Delagro, que «la disponibilidad de nutrientes para las plantas sea baja, debido tanto a la lenta tasa de mineralización de la materia orgánica como al pH ácido del suelo de en torno a 5.5». Pero es que además al haber abundantes precipitaciones, los suelos sufren un fuerte lavado de nutrientes, lo que provoca su adificación, obligando a darles un constante aporte de nutrientes, además de precisar el encalado. Por eso, como explican desde la cooperativa, resulta primordial darles un adecuado sehuimiento del contenido de macronutrientes en el suelo (N, P, K), de nutrientes secundarios (Ca, Mg, S) y micronutrientes (Bo, Zn...).