¿Qué ecorregimen le viene mejor a mi explotación?
SOSTENIBILIDAD
La puesta en marcha de la nueva Política Agraria Común supondrá el estreno de esta nueva figura, destinada a premiar prácticas voluntarias que sean beneficiosas para el medio ambiente
01 dic 2022 . Actualizado a las 19:44 h.La nueva Política Agraria Común, que comenzará a aplicarse el año que viene y estará en vigor hasta el 2027, incluye muchas novedades para los agricultores y ganaderos españoles. Pero, sin duda, una de las figuras que más está llamando la atención del sector son los conocidos como ecorregímenes. Estos están pensados para premiar a los que realicen una serie de prácticas voluntarias que sean beneficiosas para el medio ambiente. Porque ese es, precisamente, uno de los objetivos de la nueva PAC, conseguir que la producción de alimentos sea más respetuosa con el entorno. Conocer bien esta nueva figura, y todas y cada una de las exigencias que supone para las explotaciones, es fundamental para poder aprovechar todos los beneficios que prevé.
En total, la PAC prevé cuatro ecorregímenes relacionados con la agricultura baja en carbono, que buscan mejorar la estructura de los suelos, reducir su erosión y su desertificación, aumentar el contenido en carbono de los mismos y reducir las emisiones. Otros tres tendrán que ver con la agroecología, pues su objetivo será favorecer la biodiversidad en los espacios agrarios, los paisajes y la conservación y calidad de los recursos naturales, como el agua y el suelo. Son, en total, siete ecorregímenes que es preciso conocer a fondo para saber cuáles son los que más interesa solicitar en función de las diferentes explotaciones.
Pastoreo en extensivo
Esta primer ecorregimen está pensando para todas las explotaciones de ganado en extensivo, sean estas de vacuno, de ovino, de caprino o de porcino. Los animales deberán pastorear durante un mínimo de 120 días al año, 90 si hay causas justificadas que impidan esta práctica. Y las cargas ganaderas máximas y mínimas para pastos húmedos deben estar entre las 0,4 y 2 unidades de ganado mayor por hectárea. Todas las hectáreas y pastos que se acojan a esta práctica deberán estar pastoreadas aunque no todos los días mencionados, y las entradas y salidas de los animales a las parcelas agrícolas deberán quedar recogidas en el cuaderno de explotación. El importe de subvención por cada hectárea será de 62,16 euros.
Mejora de la biodiversidad: islas y siega sostenible
Este ecorregimen bonificará dos prácticas diferentes, aunque los beneficiarios solo podrán acogerse a una de ellas. Por un lado, apuesta por establecer islas de biodiversidad, que son franjas no segadas, elementos del paisaje o estructurales en determinadas zonas de la explotación. Deberán comprender el 7 % de la superficie de pastos de siega declarados y podrán rotarse año tras año. Esta superficie no podrá segarse hasta el 31 de agosto, después de esa fecha deberán realizarse la explotación agrícola, ganadera o de mantenimiento que asegure que la parcela se va a encontrar en buenas condiciones. Está prohibido el uso de herbicidas.
La otra práctica que premia este segundo ecorregimen es la siega sostenible, que se realizará sobre las hectáreas de la explotación que sean susceptibles de esta práctica. La frecuencia deberá ser de entre dos y tres cortes al año, dependiendo de la altitud, y no se podrá realizar durante más de sesenta días entre julio y agosto. En la conservación del forraje, se prefiere el henificado u otras prácticas alternativas al ensilado.
Las ganaderías de vacuno serán las principales beneficiarias de estas ayudas, aunque también están pensadas para las de ovino y caprino, aunque en menor medida. En ambos casos, la cuantía de la ayuda será de 62,16 euros por hectárea.
Rotación en tierras de cultivo con especies mejorantes
Las ganaderías de leche que realizan un cultivo en verano y otro en inverno serán las principales destinatarias de esta práctica. También, las explotaciones agrícolas que se dediquen a cultivos como el cereal o el girasol. Al menos la mitad de la superficie correspondiente debe tener un cultivo diferente al previo y un 10 % de esta extensión debe ser con especies mejorantes, de las cuales la mitad deberán ser leguminosas. Hay excepciones para las explotaciones con menos de diez hectáreas, porque podrán realizar una diversificación alternativa y no tendrá que contar con especies mejorantes.
Entre las especies mejorantes figura el guisante, las habas, el altramuz, la judía, el garbanzo, la lenteja, el trébol, el girasol, la colza, el rábano, el nabo o la rúcula. En este caso, la subvención será de 85,72 euros por hectárea para las tierras de cultivo de secano húmedo y de 151,99 para las de regadío.
Agricultura de conservación
De nuevo son las explotaciones de vacuno y los que se dediquen a cultivos como el cereal los beneficiarios del ecorregimen cuatro. En este caso, se deberá apostar por el no laboreo y por el mantenimiento de los rastrojos sobre el terreno en más del 40 % de las tierras de cultivo durante todo el año. También deberá hacerse una rotación de cultivos en las tierras en las que se realiza una agricultura de conservación. En las de regadío no deberá haber una sanción firme por hacer un uso ilegal del agua, aplicarán los fertilizantes de acuerdo con un plan de abonado elaborado por un asesor técnico y anotarán el aporte de nutrientes y de materia orgánica. La ayuda por llevar a cabo esta práctica será de 87,72 euros por hectárea en secano y de 151,99 en regadío.
Espacios de biodiversidad
Este ecorregimen ofrece una alternativa a las explotaciones de vacuno y a los que cultivan cereales que quieran dejar tierras sin cultivar. Los espacios de biodiversidad pueden ser desde elementos del paisaje, como lagunas, estanques, lindes y enclaves de vegetación, a tierras de barbecho sembradas y que contengan especies adecuadas a efectos de biodiversidad. También, márgenes e islas de biodiversidad y zonas de no cosechado de cereales que pongan el grano a disposición de la avifauna. Sobre estas superficies no productivas no se permitirá la aplicación de fertilizantes ni de productos fitosanitarios. La ayuda será de 56,04 euros por hectárea.
Cubiertas vegetales vivas
Este ecorregimen beneficiará la práctica de dejar una cubierta vegetal, sea esta sembrada o espontánea, sobre el terreno durante todo el año o, por lo menos, durante un período mínimo de cuatro meses entre el 1 de octubre y el 1 de abril. Las dimensiones mínimas de esta cubierta deben ser más de un 40 % de la anchura libre de la proyección de la copa y esta deberá ser manejada mediante la siega mecánica o desbrozada, dejando los restos sobre el terreno para que cubran el espacio inicial. No se pueden aplicar productos fitosanitarios. La subvención será de 61,07 euros para las zonas de cultivos permanentes de pendiente baja, de 113,95 euros para los de pendiente media y de 165,17 para los de alta. Es una práctica pensada para cultivos como el viñedo, el olivo o los frutales.
Cubiertas vegetales inertes
Las mismas explotaciones que en el ecorregimen seis podrán beneficiarse de esta práctica, que consiste en triturar los restos de poda y depositarlos sobre el terreno. En el cuaderno de explotación deberá figurar la fecha en la que se realizó la poda y esta cubierta tendrá que tener un mínimo del 40 % del ancho libre de la proyección de la copa. Tampoco aquí se podrán utilizar fitosanitarios sobre la cubierta inerte, salvo excepciones. Los importes de estas ayudas serán los mismos que los previstos para la cubiertas vegetales vivas.