¿Y si pudiéramos ayudar a las abejas?
SOSTENIBILIDAD
La labor de los polinizadores resulta fundamental para el cuidado del medio ambiente, por eso la estrategia Biodiversidad 2030 prevé una serie de medidas para cuidarlos, pero lo cierto es que esta es una tarea en la que todos podemos cooperar
11 nov 2022 . Actualizado a las 09:26 h.Si hay un insecto que ha resultado ser imprescindible esas son las abejas. Y no solo porque la apicultura sea una actividad fundamental para el desarrollo de las zonas rurales, sino porque de los insectos polinizadores, como son las abejas, depende en buena medida la alimentación de la población mundial. Concretamente, el 75 % de los tipos mundiales de cultivos alimentarios dependen de este proceso. Es más, casi 15 000 millones de euros de la producción agrícola anual de la UE se atribuyen directamente a los insectos polinizadores. El problema es que el 10 % de las especies de abejas y mariposas de Europa están al borde de la extinción, y el 33 % de ellas están en declive.
Con estas cifras en la mano no es de extrañar que la estrategia Biodiversidad 2030 haya previsto una serie de medidas para contribuir al cuidado de estos insectos. Además, la nueva Política Agraria Común (PAC) prevé incentivar también los cultivos en ecológico, que no resultan dañinos para los insectos. Pero también los ciudadanos, a nivel individual, pueden tomar una serie de medidas que contribuirán a que nuestras abejas gocen de buena salud.
Dicen en el colectivo ecologista WWF Adena que con tres sencillas acciones se puede contribuir a mantener en perfecto estado a las abejas que tenemos más cerca. La primera es plantar flores silvestres nativas porque estos insectos, al igual que las personas, precisan una dieta equilibrada para mantenerse saludables. También es importante elegir variedades que florezcan en diferentes momentos, para que tengan siempre donde alimentarse. Ofrecerles un lugar para anidar es otra de las medidas que se pueden poner en marcha. Para ello solo es preciso permitir que un rincón de tu patio o parque local permanezca un poco desordenado con hojas, césped más alto o tierra compactada. Su tercera propuesta es la de crear un entorno sin pesticidas, pues estos resultan letales para estos insectos.
Esther Ordóñez, presidenta de la IXP Mel de Galicia, tiene otros muchos consejos. «Cando saiamos ao monte e topemos con colmeas, non intentemos achegarnos a elas nin molestalas, ese é o seu sitio», explica. También es importante pensar en la floración apícola y evitar arrancar plantas como el brezo. «Se estamos pensandos en facer unha plantación no monte é mellor que pensemos en especies autóctonas, coma o carballo ou o castiñeiro», añade.
Las plantas de nuestro jardín se pueden convertir también en unas grandes aliadas de las abejas. «Se plantamos plantas aromáticas ou dente de León podemos axudalas coa súa alimentación», cuenta. Y, por supuesto, pide que se elimine al máximo posible el uso de pesticidas. Si hay que usarlos «fagámolo cando as abelllas xa non está voando, coma á tardiña».
Pero, sin duda, una de las mejores formas de contribuir al bienestar de las abejas es consumiendo los productos que se elabora con su miel. Primero porque es un alimento muy sano, que cuenta con grandes beneficios para la salud. Y, en segundo lugar, porque de esta forma estaremos contribuyendo al desarrollo de un sector que se preocupa especialmente por el bienestar de los polinizadores y que, además, tiene un gran papel en el desarrollo del medio rural. «O mel é unha golosina saudable, que pode tomar todo tipo de personas e que se pode engadir no almorzo ou na merenda. É un alimento moi versátil e con moitas receitas», asegura. También recuerda que «o mel de Galicia ten máis vitaminas e minerais ca doutras zonas».
