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La nueva PAC: ¿cuáles son los principales cambios y cómo afectan?

Maruxa Alfonso Laya
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SOSTENIBILIDAD

Santi M. Amil

A partir del 2023, entra en vigor el plan estratégico y los conocidos como ecorregímenes

01 nov 2022 . Actualizado a las 16:36 h.

Quedan solo unos meses para que la nueva Política Agraria Común (PAC), en la que Europa lleva años trabajando, sea una realidad. Y los cambios que esta introducirá no serán, en esta ocasión, de importancia menor. Todo lo contrario. El sector deberá estar muy atento y estudiar en detalle qué prácticas puede poner en marcha para poder acogerse, por ejemplo, a los famosos ecorregímenes. También, a cómo se van a justificar todas esas prácticas. Y, aunque todavía quedan muchos aspectos por concretar, hay determinadas cuestiones que ya se deben ir estudiando, explica Jorge Piñeiro, subdirector xeral de Xestión da PAC en el Fondo Galego de Garantía Agraria (Fogga).

«La PAC cambia bastante. La principal novedad que hay son las nuevas ayudas a los ecorregímenes y un pago redistributivo complementario al pago básico, que pasa a llamarse ayuda básica. También se reduce el número de regiones de 50 a 20», añade. Actualmente, los agricultores ya pueden comprobar para cada uno de sus recintos de la actual campaña en qué región de ayuda básica a la renta se van a encontrar a partir del 2023. Es una información provisional, que se puede consultar en el Sigpac y que le dará una idea de cómo quedan sus terrenos.

Condicionalidad reforzada

Pero sin duda la gran novedad de esta PAC es la apuesta que hace por la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente. Es el caso de las ayudas directas, que solo podrán percibir aquellas personas que, además de realizar una actividad agraria y cumplir con la definición de agricultor en activo, cumplan unas normas y buenas prácticas en materia de clima y medio ambiente, salud pública, uso de fitosanitarios y bienestar de los animales. Es lo que se llama la condicionalidad reforzada que, si no se cumple, llevará a la disminución de los pagos o a la suspensión de los mismos. «El problema de esta nueva PAC es que hay unas exigencias medioambientales muy altas, con lo que la tramitación va a ser más compleja», añade Piñeiro.

Ayudas a jóvenes y mujeres

A partir de enero, España dispondrá de 4.800 millones de euros al año para las ayudas directas. De ellos, 2.460 millones serán para la ayuda básica a la renta para la sostenibilidad, que se cobra en todas las hectáreas. Habrá otros 483 millones de euros para el pago redistributivo, que se percibe solo por las primeras hectáreas, para beneficiar a las explotaciones pequeñas y medianas. Y 96,5 millones de euros más para las ayudas a los jóvenes. Los menores de 40 años que se incorporen como jefe de explotación y con un mínimo de formación recibirán el valor medio regional de los derechos de pago hasta un máximo de cien hectáreas. Una de las novedades es que esta ayuda se incrementa en un 15 % si la beneficiaria es una mujer, sea esta titular o cotitular de la explotación. Este abono tiene una duración de cinco años.

Ecorregímenes

Dentro de estas ayudas directas se incluirán también los ecorregímenes, que son unas ayudas directas anuales que podrán percibir todos aquellos que lleven a cabo algunas de las prácticas agrícolas voluntarias que sean beneficiosas para el medio ambiente. «De las siete prácticas que hay, tres son muy importantes», asegura Piñeiro. Se trata del conocido como P1, que se refiere al pastoreo en extensivo. Podrán beneficiarse granjas de vacuno, ovino, caprino, equino y porcino en extensivo cuyos animales pastoreen un mínimo de 120 días al año. Además, en los pastos húmedos tendrá que haber entre 0,4 y 2 Unidades de Ganado Mayor (UGM) por hectárea. «Esto es muy importante para las explotaciones de carne y para algunas de leche. Si mi explotación ya está en pastoreo no tengo nada que hacer, solo reunir el papeleo», asegura el responsable del Fogga.

El P2 se refiere a la siega. «Es importante para el ganado de leche porque se trata de dar menos cortes al pasto para que haya más biodiversidad», sostiene Piñeiro. Las explotaciones lácteas también podrán optar al ecorregimen P3, que habla de la rotación de cultivos con especies mejorantes. Por último, otros cultivos como el viñedo o el manzano podrán optar a los P6 y P7 si realizan prácticas como triturar los restos de poda y depositarlos sobre el terreno o mantener cubiertas vegetales.

«Cada agricultor o ganadero debe conocer estos ecorregímenes para ver cuáles son a los que puede acogerse», sostienen en el Fogga. Porque, aunque por ahora todavía no se saben las cuantías definitivas que van a tener estas ayudas, es preciso estudiar si va a ser rentable aplicar estas nuevas prácticas. «Tienen que ver si es eficiente y si compensa porque si solo doy dos cortes y, a cambio, tengo que comprar más pienso para los animales igual no me interesa esa práctica», asegura.

Oficinas agrarias

Una vez más, serán las oficinas agrarias y las Entidades de Aconsellamento las que ayuden al sector a tramitar estas ayudas. Los trámites comenzarán a partir de febrero o marzo del próximo año. Hasta entonces, todavía tienen que salir varios decretos y normas que ayuden a definir cómo se tramitarán y se justificarán todos estos requisitos. «El ministerio todavía está redactando la legislación a nivel decreto. Después tiene que haber también una ley y un real decreto de las comunidades, además de varias órdenes», sostiene Piñeiro. Será cuando toda esta nueva normativa esté publicada cuando se pueda saber cómo quedan definitivamente las ayudas y cómo deben los agricultores y ganaderos hacer para poder justificar, por ejemplo, sus nuevas prácticas ecológicas. «El ganadero va a tener que cumplimentar más información y atender a más normativas», concluye Piñeiro.