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Varios países europeos reclaman una revisión de la directiva de gestión del lobo

Maruxa Alfonso Laya
Maruxa Alfonso REDACCIÓN

SOSTENIBILIDAD

Carlos Castro

Consideran que las condiciones han cambiado y que son precisas medidas de control para los grandes carnívoros donde su conservación es favorable

05 oct 2022 . Actualizado a las 10:53 h.

El debate sobre cómo se puede garantizar la convivencia de los grandes carnívoros con la existencia de la ganadería en extensivo no solo se da en España. Austria acaba de presentar en el Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea una propuesta para que se revise la directiva hábitat, que regula la gestión y conservación de especies como el oso o el lobo. Y varios países europeos han respaldado su propuesta asegurando que las poblaciones de estos animales han crecido mucho en los últimos años y, con ellas, los daños que ocasionan a los ganaderos en extensivo.

Según el portavoz austríaco, en su país el número de ataques del lobo ha crecido un 230 % en solo un año. Eso está provocando que los ganaderos de alta montaña no lleven a sus animales al monte o cierren directamente sus explotaciones, «y este pastoreo de altura es importante para la conservación de la biodiversidad», aseguró. Está de acuerdo en que la directiva hábitat contribuyó a mejorar el estado de conservación de estas especies, «pero en los últimos 30 años las cosas han cambiado y hay una población de lobos y osos creciente en toda Europa». Por eso considera que ha llegado el momento de revisar esta directiva para «no dejar solos a los agricultores».

La misma opinión comparte Finlandia, donde consideran que la caza y la protección no son medidas contradictorias. En este país ven con mucha preocupación cómo la última interpretación de la directiva europea no les permite la misma flexibilidad a la hora de cazar linces y osos, una práctica que aseguran que llevan años haciendo y a pesar de la cual las poblaciones de estos animales se han triplicado en número. Por eso pide una interpretación más flexible. También Italia reconoce cierta preocupación por cómo el lobo está afectando a sus ganaderos y por eso considera necesario realizar estudios sobre las poblaciones y utilizar otros instrumentos diferentes de la PAC para financiar las medidas de prevención y de pago de daños.

Eslovenia es uno de los pocos países que sigue utilizando la caza como medio de control. «Creemos que la protección de una especie debe ir de la mano de una gestión activa, que implica el sacrificio de lobos y osos», añadió su representante en el Consejo. Alemania, en cambio, reconoce que el camino a la coexistencia es difícil, pero insta a seguir trabajando para lograrla con medidas de protección del ganado, subvencionadas en un 100 %. En Francia, en cambio, respaldan a Austria y recuerdan que la coexistencia no siempre es posible, «hace falta una gestión más adaptada a las especies porque no se puede poner la biodiversidad en contra de la agricultura», explicó su portavoz.

Grecia es otro de los países donde el lobo supone un problema para la ganadería en extensivo de montaña. «La situación actual nos preocupa mucho, sobre todo, debido al aumento de los grandes carnívoros y del jabalí», aseguran. Y en Eslovaquia reconocen que «la situación es grave», al igual que en Estonia, un país con muchos bosques donde lobos y osos causan daños a los agricultores. Letonia, Dinamarca y Rumanía fueron otros de los países que respaldaron la propuesta austríaca.

A todos ellos respondió el comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, asegurando que la Comisión mantiene siempre bajo revisión el marco jurídico y que este se ha adecuado para permitir la protección de los grandes carnívoros. «El gran reto es apoyar y adaptar los sistemas en extensivo para que se adecúen al regreso de los grandes carnívoros», afirmó. También recordó que los estados miembro pueden aprobar excepciones que permitan la extracción de animales y que varios países están usando ya este sistema. Por otro lado, aseguró que ya existe un sistema amplio para conocer el estado de las poblaciones de estos animales e instó a los Gobiernos a aprovechar al máximo las oportunidades de financiación que ofrece la PAC para sufragar los gastos de prevención y la reparación de daños a los afectados.