¿Quiere productos ecológicos? Busque el logotipo europeo

SOSTENIBILIDAD

Según la Comisión Europea, el 56 % de los consumidores ya reconocen esta marca de calidad que facilita la identificación de los alimentos cultivados bajo criterios de sostenibilidad. Muchas de las políticas de la nueva PAC 2023-2027 están enfocadas a promover este tipo de agricultura
06 oct 2022 . Actualizado a las 18:29 h.Cada vez son más los consumidores que demandan productos ecológicos y cada vez también son más los que están dispuestos a pagar un poco más porque sus alimentos sean respetuosos con el medio ambiente. Y como siempre que hay demanda, hay lugar para el fraude. Por eso la Unión Europea decidió hace unos años diseñar un logotipo ecológico que identifique claramente a todos los productos que se cultivan siguiendo criterios de sostenibilidad. Eso facilita que los consumidores puedan identificar este tipo de alimentos con todas las garantías y, al mismo tiempo, permite a los agricultores comercializar sus producciones en cualquier país de la Unión Europea.
Un fondo verde y una hoja, que representa a la naturaleza y la sostenibilidad, formada por una docena de estrellas, que recuerdan a las de la bandera de la Unión Europea. Ese fue el diseño elegido por la Comisión Europea para identificar, sin ningún tipo de duda, a los alimentos ecológicos. Porque solo pueden lucir esta etiqueta aquellos productos que han sido certificados en ecológico por una agencia u organismo de control autorizado, como los consejos reguladores de la agricultura ecológica, por ejemplo. La certificación confirma que cumplen una serie de estrictas condiciones en cuanto a producción, transformación, transporte y almacenamiento. Es más, un producto solo puede presumir de este logo si contiene, al menos, un 95 % de ingredientes ecológicos y el 5 % restante cumple con unas condiciones estrictas.
Con el fin de dar las mayores garantías posibles al consumidor, la UE ha establecido también que este logotipo debe utilizarse en todos los alimentos de la UE envasados que se produzcan y vendan como ecológicos. También puede emplearse para los importados, siempre que cumplan los mismos criterios que los europeos, para los que están sin envasar y para aquellos productos que se vendan en mercados de países que no son miembros de la unión.
Aunque según los últimos datos que maneja la Comisión Europea, solo el 56 % de los europeos reconocen este símbolo, lo cierto es que su fama ha crecido notablemente en los últimos años. Porque en el 2017 solo eran un 27 % los que podían identificar esta marca de calidad. Promover su conocimiento es uno de los objetivos que se ha marcado esta entidad para, al mismo tiempo, lograr una mayor implantación de la agricultura ecológica entre los países de la unión y fomentar el consumo de este tipo de productos entre sus habitantes.
Lo dicen el Pacto Verde Europeo y la estrategia De la granja a la mesa: en el año 2030 el 25 % de la superficie agraria de europea debe cultivarse siguiendo criterios ecológicos. Un objetivo muy ambicioso si se tiene en cuenta que la media actual está en torno al 8,5 % del territorio. Pero también es verdad que muchas de las políticas de la nueva política agraria común (PAC) 2023-2027 están enfocadas a lograr ese objetivo. España parte con cierta ventaja, pues según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, el 10,7 % de su superficie agraria es respetuosa con el medio ambiente. El problema es que estos números no son iguales en todos los territorios. Es por ello que la Comisión ha diseñado un ambicioso plan con el fin de ayudar a todas las regiones a lograr el objetivo del 25 %.
Este documento persigue estimular la demanda de los productos ecológicos y garantizar la confianza de los consumidores. Un aspecto, este último, para el que resulta fundamental promocionar y poner en valor el logotipo ecológico. También, animar a los agricultores a reconvertir sus cultivos y consolidar todos los eslabones de la cadena de valor. Y, por último, predicar con el ejemplo y aumentar la contribución de la agricultura ecológica a la sostenibilidad. Porque en la Comisión Europea están convencidos de que aumentar la producción en ecológico solo tendrá ventajas. Para el medio ambiente, porque en esas tierras hay un 30 % más de biodiversidad y se beneficia a los polinizadores, además de que se limita el uso de fertilizantes y herbicidas artificiales y se mejora el bienestar animal.
Pero también el agricultor podrá beneficiarse del cambio de sistema, porque podrá mejorar los precios que percibe por sus productos hasta en un 150 %. Y es que las ventas de los alimentos ecológicos han crecido hasta un 145 % entre el 2009 y el 2019. Cada vez más consumidores están convencidos de que estos alimentos son respetuosos con el medio ambiente y, por eso también, cada vez hay más agricultores que dan el paso. La superficie cultivada bajo criterios ecológicos ha crecido en un 66 % en la última década. Ahora, solo se necesita que crezca un poco mas.