Patrocinado porPatrocinado por

Las abejas se enfrentan a otra enemiga más sanguinaria que la velutina: la avispa oriental

María Cedron REDACCIÓN

SOSTENIBILIDAD

Su principal vía de entrada en España es el transporte de mercancías. El último nido se detectó esta semana en Barcelona y los expertos creen que, dado que no aguanta las bajas temperaturas, puede tardar en llegar a Galicia

18 sep 2022 . Actualizado a las 11:57 h.

Otra enemiga de las abejas ha llegado a la Península ibérica. Más allá de la velutina, otra avispa, la oriental, ha comenzado a hacer nidos en España. El último fue retirado el pasado día 8 por la empresa de control de plagas Bionet de la persiana de una empresa del puerto de Barcelona. El hallazgo fue confirmado el día 13 por la Generalitat en un comunicado. La primera vez que se detectó en España la presencia de esta «especie exótica invasora procedente del Mediterráneo oriental, Asia occidental, Oriente medio y África nororiental», como dicen desde el Gobierno catalán, fue en el 2012 en Valencia y posteriormente fueron descubiertos otros nidos en Cádiz, Málaga y también este año en Madrid en una nave industrial que almacenaba contenedores marítimos. La pregunta ahora es en qué medida esta especie de avispa podría convertirse en un problema para las abejas como la velutina. De momento, expertos como Roger Vila, de Bionet, dicen que las probabilidades de que se extienda como ha hecho la avispa velutina son mucho menores. Sobre todo porque es un insecto que no soporta las bajas temperaturas: «Se ha observado que en cuanto salen unas nubes deja de volar. No tiene la eclosión de la velutina y pienso que va a tardar mucho en llegar a Galicia», comenta.

De hecho, fue su equipo el encargado de retirar el nido hallado esta semana en Barcelona: «El mismo día por la noche lo retiramos, había celdillas de reinas, pero la buena noticia es que no habían salido. Ahora haremos un muestreo en el puerto para verificar que no hay más nidos», apunta.

La cuestión es que, a diferencia de la avispa velutina, la avispa oriental precisa unas temperaturas más altas para sobrevivir: «La afectación es muy diferente en función del territorio porque mientras las velutinas precisan humedad y pueden soportar temperaturas bajas (por eso están tan extendidas en la costa atlántica), la oriental precisa climas secos».

El problema es que, según describen estudios realizados por expertos como Leopoldo Castro, es que la avispa oriental parece más sanguinaria que la velutina con las abejas: «Mientras que una velutina ataca a una abeja y la come, parece que estas son capaces de aniquilar a una colonia y dejar los cadáveres esparcidos para luego ir devorándolas», indica Rogert Vila. Lo que también está pendiente de comprobarse, como añade, es en qué medida la defensa que realizan las abejas para defenderse de la velutina puede ser efectiva con la oriental. «Normalmente las abejas que conviven con la velutina en su país de origen, lo que hacen es rodearla para subirle la temperatura corporal a la avispa y, justo en el momento, en el que sube su temperatura la atacan. Lo que no se ha podido comprobar aún es en qué medida este método vale con la oriental que soporta unas temperaturas más altas que la velutina».

Lo que está claro es que la detección precoz de los nidos es fundamental para evitar plagas, lo mismo que los controles periódicos.

Vigilar las mercancías que llegan a España es fundamental porque de hecho, como dicen desde la Generalitat, «la vía de entrada principal de esta avispa es a través del transporte de mercancías». El principal problema de esta especie es que puede influir gravemente sobre la biodiversidad y actividades económicas como la apicultura o los frutales. 

¿Cómo reconocerla? Pues se trata de una avispa de tamaño medio, algo mayor que la avispa velutina y menor que la autóctona. Se puede diferenciar fácilmente por su color marrón rojizo con manchas amarillas en la cabeza y dos franjas amarillas al final del abdomen.