Patrocinado porPatrocinado por

El Gobierno asesorará a cada explotación para convivir con el lobo

Maruxa Alfonso Laya
Maruxa Alfonso REDACCIÓN

SOSTENIBILIDAD

Ana Retamero

El borrador de la estrategia apuesta por potenciar la invstigación sobre cómo proteger las granjas y por aunar criterios para compensar las pérdidas

28 jul 2022 . Actualizado a las 19:05 h.

Promover la coexistencia del lobo y las explotaciones ganaderas es uno de los objetivos que se marca el borrador de la Estrategia para la Conservación y Gestión del Lobo que ha redactado el Ministerio para la Transición Ecológica. Para ello, propone medidas como la creación de un registro nacional de expedientes de daños, el desarrollo de la investigación sobre técnicas de protección al ganado o la realización de evaluaciones individuales en explotaciones de alto riesgo, así como el acompañamiento y asesoramiento a los ganaderos. El borrador establece también los criterios para repartir los 20 millones de euros que se quieren invertir en prevenir los ataques e indemnizar por las pérdidas del ganado. Cantidad que no se distribuirá hasta que el documento sea aprobado por las comunidades.

El borrador de este plan recoge algunos datos sobre la presencia del lobo, como que en Galicia está el 28,3 % de las poblaciones actuales, siendo la que cuenta con mayor número de ejemplares de esta especie solo por detrás de Castilla y León, donde hay el 60 % . También sostiene que «los conflictos y daños asociados al lobo no se han reducido al mínimo en España durante el período de vigencia de la estrategia precedente». Prueba de ello es que en nuestra comunidad, donde hay 84 manadas según los últimos censos, cerca de trece mil animales murieron desde el 2016 a manos del cánido.

Sin embargo, la estrategia considera que la mejor forma de lograr la convivencia entre ganadería y lobo es mediante la implantación de medidas preventivas, pues asegura que existe el consenso técnico de que estas, ejecutadas de forma global, resultan efectivas. Galicia fue la comunidad que más dinero invirtió en el 2020 en ello, con 682.904 euros, además de que destinó 400.000 más a sufragar los daños al ganado. Cantidad que, en este caso, se queda lejos de lo invertido por otras comunidades como Asturias o Castilla y León, que pagaron un millón de euros.

Principales objetivos

Este plan busca conseguir asegurar el estado de conservación favorable del lobo, incrementando su área de distribución actual, favoreciendo el establecimiento de manadas y el intercambio genético entre las poblaciones europeas e ibéricas. Pero también apuesta por reducir los conflictos con los ganaderos, aplicando sobre todo medidas preventivas e instaurando un sistema homogéneo y armonizado de peritación, indemnización y compensación de los daños producidos por el cánido. Con el fin de promover esa expansión, el documento prevé fomentar la alimentación disuasoria, con técnicas como abandonar cadáveres de ganado en el monte, prevenir la hibridación de la especie con perros y, sobre todo, prevenir y luchar contra la mortalidad del lobo, entre otras cosas, estableciendo un registro de casos de mortalidad no natural.

En cuanto a la prevención de los daños en las explotaciones ganaderas, la estrategia propone crear un registro nacional de expedientes de daños del lobo, además de desarrollar investigación aplicada sobre técnicas de protección del ganado y elaborar catálogos de buenas prácticas. Como la implicación de los ganaderos es fundamental para conseguir la convivencia, apuesta por realizar evaluaciones individuales en explotaciones de alto riesgo y por acompañar y asesorar a estos profesionales en el uso de medidas de protección. También, por fomentar y promover subvenciones para la cría de mastines.

El documento tiene claro que la presencia del lobo en zonas ganaderas no debe suponer un menoscabo sobre la rentabilidad de esas explotaciones. Por eso prevé la transferencia de fondos del Estado a las comunidades para financiar acciones de prevención y para abonar las indemnizaciones. Para ello, se podrán utilizar fondos de la PAC. Apuesta por aprobar un protocolo común de verificación de daños y aplicación de baremos de pago, que garantice el cobro a la mayor brevedad posible. Y, por último, fija los baremos para repartir los fondos entre las comunidades, que tendrán en cuenta el número de cabezas de ganado depredadas y el número de mandas que existe en cada comunidad.

Marcaje de ejemplares con GPS y un protocolo para autorizar extracciones

Según el borrador, en España se ha constatado la expansión del lobo en los últimos quince o veinte años, fundamentalmente hacia el centro peninsular, aunque también en el noroeste. Y eso a pesar de los ataques que sufre el animal, pues «existen indicios relevantes de que entre las causas de mortalidad directa de esta especie destaca la persecución». Aún así, el documento recoge la posibilidad de realizar extracciones selectivas de lobo, pero solo tras cumplir todos los requisitos de un exigente protocolo y justificar adecuadamente la eficacia y adecuación de esta medida.

La estrategia insiste también en la necesidad de mantener actualizado el estado de las poblaciones del lobo cada seis años, pues es necesario enviar informes a Europa al respecto. Pero, además, propone que se reduzca la periodicidad en la realización de los censos coordinados a nivel nacional, elaborándolos cada año o cada dos años como mucho.

Otra de las medidas que propone es establecer un programa nacional de marcaje de ejemplares de lobo utilizando emisores GPS. Esto permitirá recabar la información necesaria para tomar decisiones y conocer el estado de conservación de las especie, además de que arrojará datos que ayudarán a diseñar medidas de conservación que mejoren la compatibilidad de la ganadería con la presencia del cánido. Con este sistema se podrían también detectar dónde se utilizan trampas y otros métodos ilícitos para perseguir a este animal.

Al mismo tiempo, el plan propone potenciar y realizar investigaciones y ensayos de medidas de protección del ganado. Y crear una unidad de investigación para la resolución de los conflictos del lobo, además de por poner en marcha campañas de divulgación e información entre ganaderos y población en general.